16-08-2017
Donald Trump fustigó el martes a los líderes empresariales que renunciaron al panel de asesores de la Casa Blanca sobre asuntos laborales, el indicio más reciente de que el romance entre las compañías de Estados Unidos y el presidente del país está trastabillando tras la respuesta equívoca de Trump a la violencia de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia.

“Ellos no están tomando su trabajo en serio en lo que se refiere a este país”, respondió el presidente durante una conferencia de prensa improvisada en la Torre Trump en la ciudad de Nueva York.

Después de sus declaraciones renunció un quinto integrante de su panel sobre asuntos laborales: Richard Trumka, presidente de la central sindical AFL-CIO, que afirmó en un comunicado: “No podemos estar en un consejo para un presidente que consiente la intolerancia y el terrorismo interno”.

El mandatario negó que su declaración original sobre la violencia en Virginia el sábado, en la que dijo que la culpa era de “muchas” partes, y no de los grupos que promueven el odio, haya sido la causa de las renuncias.

“Algunas de las personas que se irán, lo están haciendo por vergüenza porque fabrican sus productos fuera” de Estados Unidos, aseguró.

Horas antes, Trump tuiteó que “por cada director general que abandona el Consejo de Manufactura, tengo muchos con los cuales ocupar su lugar”. El mandatario consideró que los que se fueron “sólo buscan los reflectores”.

En la rueda de prensa, el presidente agregó que cree que el crecimiento económico en Estados Unidos resolverá las divisiones raciales en el país, pero el desfile de líderes que decidieron apartarse del panel informal de la Casa Blanca, creado hace años para asesorar al presidente estadounidense, lució estrechamente vinculado con la forma en la que él respondió a los acontecimientos que llevaron a la muerte de una mujer que se manifestaba contra los supremacistas blancos.

Los líderes que renunciaron al panel de la Casa Blanca son los directores generales del laboratorio farmacéutico Merck, la empresa de artículos deportivos Under Armour y la tecnológica Intel, así como el presidente de la Alliance for American Manufacturing (Alianza para la Manufactura Estadounidense), que congrega a las fábricas de Estados Unidos.

El presidente de la Alliance for American Manufacturing, Scott Paul, tuiteó simplemente el martes: “Estoy renunciando a la Iniciativa de Empleos en Fábricas porque creo que es lo correcto que debo hacer”. Minutos después del tuit, los reporteros de The Associated Press trataron de contactar a Paul por teléfono, pero las llamadas estaban siendo enviadas a su correo de voz.

El director general de Wal-Mart, Doug McMillon, se unió al coro. En un mensaje a los empleados, en alusión a Trump, escribió: “Nosotros también sentimos que él perdió una oportunidad crucial para unir a nuestro país al rechazar inequívocamente las acciones espantosas de los supremacistas blancos”.

Sin embargo, McMillon, cuya cadena de tiendas tiene clientes de todas las facetas del espectro político, planea permanecer en otro panel asesor de Trump. Dijo que las declaraciones hechas por el presidente el lunes, cuando finalmente denunció a los supremacistas blancos, fueron un paso en la dirección correcta.

Los líderes corporativos han estado dispuestos a trabajar con Trump en analizar los impuestos, el comercio y la reducción de las regulaciones, pero cada vez más se topan con tensiones culturales y sociales debido a su estilo de liderazgo, propenso a atraer muchas críticas. Los directores generales que abandonaron el panel fueron rápidamente fustigados por Trump, mientras que aquellos que prefirieron quedarse han dicho que es importante hablar con el presidente sobre los asuntos económicos.

Al igual que otros líderes corporativos, el presidente y director general de Johnson & Johnson, Alex Gorsky, dijo que la intolerancia y el racismo no tienen cabida en la sociedad estadounidense, pero que de todas formas él pretende permanecer en el consejo de manufactura.

“Debemos comprometernos si esperamos cambiar el mundo y a quienes lo dirigen”, dijo Gorsky en un comunicado.

Un funcionario de la Casa Blanca minimizó la importancia del consejo de manufactura y un foro separado para políticas y estrategias que incluye a varios líderes corporativos. El funcionario, que insistió en no ser identificado para poner revelar conversaciones privadas, dijo que esos grupos son informales y no cuerpos formales de asesores.

Dijo que las salidas difícilmente afectarán los planes del gobierno de reestructurar los impuestos y las regulaciones.

El director general de Merck, Kenneth Frazier, uno de los cuatro únicos empresarios de raza negra que dirigen una compañía en la lista de las 500 más grandes de la revista Fortune, fue el primero en presentar su renuncia el lunes.

La respuesta del presidente fue un puñetazo digital inmediato contra Frazier: Trump tuiteó que Frazier ahora “¡tendrá más tiempo para REDUCIR LOS PRECIOS EXORBITANTES DE LOS MEDICAMENTOS!”.

Luego vinieron las dimisiones de los directivos de Under Armour, Kevin Plank, y de Intel, Brian Krzanich.

Austan Goolsbee, un ex economista en jefe de Barack Obama cuando fue presidente de Estados Unidos, dijo que las salidas indican que la respuesta del mandatario a la violencia en Charlottesville _que causó la muerte de una mujer y heridas a varias decenas_ podría alejar a los que trabajan para las empresas y a quienes compran los productos y servicios que venden.

“Es sin duda una señal de que las cosas más controvertidas de Trump no les vienen bien a las compañías cuyas ventas están dirigidas al estadounidense promedio”, dijo Goolsbee, que ahora es profesor de la Universidad de Chicago.

Previamente, hubo salidas similares de dos consejos importantes creados por el gobierno de Trump y que estaban vinculados a las políticas del presidente.

Actualidad Laboral / Con información de AP