El reconocido empresario Carlos Slim Helú tiene una fortuna estimada en US$67.100 millones. Con esta cifra, el mexicano está por encima de otros magnates como el fundador de Tesla, Elon Musk; el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; el creador de Oracle, Larry Ellison, por mencionar algunos. Pero su poder no es solo por su fortuna.


Slim es una de las voces más influyentes como inversionista y un empresario destacado en la industria tecnológica y de telecomunicaciones al ser el accionista mayoritario de América Móvil, grupo que con los servicios de Telmex y Claro llega a más de 260 millones de clientes en el continente; incluido Colombia.


Slim fue uno de los panelistas centrales de la XXIV reunión del Círculo de Montevideo en la Cámara de Comercio de Bogotá. Durante los dos días del evento, señaló que las industrias deben pensar en capacitar a sus empleados para afrontar las nuevas tecnologías, y que no deben tener miedo de los cambios porque incluso, la economía como se conoce hoy, podría cambiar a tal punto que las semanas laborales serán de solo tres días.


¿Cómo es posible un mundo donde se trabaje solo de lunes a miércoles?


Siempre he insistido en que el mundo va para allá, pero es que no es algo raro para unos. Por ejemplo, ya lo están haciendo en algunos países asiáticos, donde la gente va a trabajar menos, tenemos es que organizarnos en Occidente e ir a la oficina solo tres días. Las cosas necesitan ir para allá porque la gente debe tener bienestar, hacer otras cosas, no esperar a que se retiren y envejezcan para tener tiempo, hay que darle oportunidad a los jóvenes.


¿Eso sería pasar a una quinta revolución industrial?


Eso me pone a pensar que no sé ni quién fue el que inventó el nombre de cuarta revolución industrial, o por qué le dicen así, ni es cuarta, ni tampoco es industrial. Es simplemente que el mundo va cambiando, pero se ve con diferentes canales como ocurrió con el motor a vapor, que impactó la actividad agrícola. Luego se pasó a un motor de combustión y después a la electricidad. Con el tiempo, todo cambia de manera brutal.


¿A qué se enfrentan los empresarios con la era de internet y las nuevas tecnologías?


La tecnología va a acabar muchos puestos de trabajo, eso ya se está notando, porque se aplica el internet en muchas cosas, se desarrollan cada vez más cosas de manera acelerada, las empresas deben enfrentar el internet como una ayuda, pero también estudiar lo que podría pasar. Un 90% de la sociedad actual se dedicará a los servicios y no a la industria, no veo muchos desarrollos industriales que generen empleo. Hay varios desafíos.


¿Como cuáles?


La insolvencia de países, que aún con alta recaudación fiscal por ineficiente gasto público, es excesiva la deuda e insostenibles sus obligaciones futuras como el retiro de sus habitantes, salud o educación. La educación obsoleta; la brecha o el puente tecnológico; la pobreza y desigualdad; la degradación urbana.


¿Qué soluciones puede haber para ellos en el futuro?


La respuesta a esto es preocuparse por la tecnología, que puede eliminar millones de empleos. Entonces, hay que crear nuevas oportunidades. ¿Cómo se hace? La respuesta es mejorar las carreras universitarias, no solo las de pregrado, sino los estudios avanzados. Pero también, las empresas deben capacitar a sus empleados, la organización que no invierte en capacitar a sus empleados se queda atrás.


¿Esto se resume en más y mejor educación?


Soy convencido de que hay que pensar en eso, pero aclaremos algo, capacitar no tiene que ser solo para que las personas sean abogados, ingenieros, doctores, etc. Necesitamos que las personas se preparen para las nuevas responsabilidades que exige la tecnología. Estar preparado para lograr un ingreso es saber adaptarse a las nuevas tareas que hay. Si la gente no está preparada, no forma parte de la modernidad, ese país se queda atrás.


¿Cuál es la barrera de las nuevas tecnologías?


Que se puedan estigmatizar los cambios. Esto nos hace tener más miedo al cambio. El cambio genera incertidumbre sí, pero ya vemos que hasta la Inteligencia Artificial puede diagnosticar un cáncer. Todo lo que venga va ser mucho mejor y eficiente, por eso, no hay que espantarse con la tecnología. Antes se veía un avión volando y las personas decían “no sé si subirme, eso se va a caer”. Uber hace lo mismo que un taxi, solo que unos se asustan porque ofrece el servicio de una manera diferente, debemos reinventarnos todos los días.


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