Cuando el personal de la empresa está centralizado en un lugar, la capacitación presencial es la fórmula correcta puesto que aporta muchas ventajas. No obstante, el problema se agudiza cuando los empleados están ubicados en espacios distintos.


En este caso, reunir a los equipos para actividades de formación se puede convertir en un impedimento económico y es ahí donde se deben buscar nuevas alternativas.


Pros y contras


La capacitación presencial pone énfasis en las habilidades que llamadas suaves (softskills) o humanas. Es decir, es más fácil orientar a la gente de forma digital en temas técnicos, pero cuando se habla de cuestiones ligadas a habilidades humanas como el liderazgo o la comunicación, la capacitación virtual todavía no las resuelve.


No obstante, hoy ya no hay que elegir entre una u otra, pues existen modelos “blended”, es decir, una parte de la capacitación es digital y otra es presencial.


También, es importante destacar que cuanto más alto es el nivel de ejecutivos a capacitar, o más complejo es el tema, más se requiere la intervención de un ser humano para dirigir y supervisar.


La calidad y eficacia de una capacitación se mide bajos los mismos parámetros:


La experiencia. Si la experiencia para los participantes fue positiva, si les gustó el coach, si fueron sesiones dinámicas, si les entretuvo.


El aprendizaje. Qué tanto aprendieron.


La práctica. Hasta dónde practican lo que aprendieron.


El resultado. Hasta dónde lo que aprendieron les generó el resultado positivo que están buscando.


La evaluación del resultado en los empleados a veces está a cargo de la organización o de la empresa contratada para dicha capacitación.


Tendencias


Finalmente, la capacitación en modo virtual será todavía más utilizada en el futuro. De hecho, las tendencias en los modelos internacionales más avanzados hablan de una educación en la que el conocimiento se adquiere de forma individual y la práctica depende más de un profesor.


En este sentido, la capacitación virtual se va a desarrollar muchísimo más. Los individuos asumirán la responsabilidad de aprender, y asistir a una clase supondrá perfeccionar aquello que ya aprendimos.


Actualidad Laboral / Con información de Mundo Ejecutivo / Raciel Sosa