21-10-2016
Este país escandinavo de 5,7 millones de habitantes ha creado más de 100.000 empleos en los últimos tres años y reducido en casi dos puntos el paro estructural hasta algo más del 4 %, unos números notables a pesar de que la ocupación aún está por debajo del nivel de 2008 y el desempleo supera en un punto los niveles de entonces.

Los expertos apuntan como una de las causas fundamentales el modelo danés de "flexiseguridad", que combina flexibilidad para contratar y despedir con una alta protección social para los desempleados y una política activa en el mercado laboral.

"Cuando la crisis llegó a Dinamarca, teníamos unas condiciones de trabajo flexibles, la flexiseguridad permite que podamos contratar y despedir de forma rápida, no hay tantas ataduras. Y es así porque tenemos una buena red de seguridad social", explica a Efe Mette Hørdum Larsen, economista de LO, el principal sindicato danés.

Al estallar la crisis las empresas danesas se deshicieron pronto del excedente de mano de obra y no resultaron muy dañadas, y cuando a principios de 2013 empezó a aumentar la ocupación, absorbieron la creciente oferta laboral provocada, entre otras cosas, por las reformas gubernamentales que retrasan la edad de jubilación a los 67 años.

Pese a los recortes introducidos en el último lustro -que han reducido por ejemplo las prestaciones por desempleo de 4 a 2 años-, el sistema danés ofrece aún una de las protecciones más altas de la Unión Europea (UE), complementada con subsidios y otras ayudas adicionales a estudiantes y a familias.

Es posible gracias a que el país tiene también una de las presiones fiscales más elevadas de la UE, lo que hace que los daneses paguen en torno al 40 % de sus ingresos, como mínimo, en concepto de impuestos.

Dinamarca, que lideró el Informe Mundial de la Felicidad 2016, destina además cerca del 1,5 % de su PIB a impulsar una política laboral activa, con un sistema que incentiva la formación y la entrada en el mercado laboral de los jóvenes, lo que explica que su tasa de paro juvenil esté entre las más bajas de la UE.

El sistema incluye, por ejemplo, un modelo de rotación laboral que subvenciona a las empresas que envíen a trabajadores a realizar cursos de formación mientras sus puestos son ocupados de forma temporal por otros trabajadores; y empleos flexibles para facilitar la incorporación de personas con capacidad limitada.

El aumento prolongado del empleo y la caída del paro han hecho que el Banco Nacional de Dinamarca considere que el desempleo ha alcanzado su nivel estructural y alerte de que en algunos sectores, como la construcción y la industria, hay compañías que ya no tienen como cubrir algunos puestos de trabajo.

El peligro de la falta de mano de obra y su posible influencia en los sueldos y los precios del que ha alertado la máxima autoridad bancaria ha sido relativizado por el grupo de asesores del Gobierno y otros economistas, que apuntan más hacia un problema de cualificación.

"Cuanto más crezca el empleo, más nos acercamos a esa situación. Pero ahora mismo no hay signos de eso. La cuestión es en qué medida la gente que entra en el mercado de trabajo tiene las cualificaciones necesarias. Hay mano de obra suficiente, la cuestión es si es la adecuada", sostiene Hørdum Larsen

El Gobierno danés aprobó hace dos años una reforma de la enseñanza profesional para atraer a más estudiantes, mientras que sindicatos y patronal consensuaron el verano pasado un nuevo pacto para crear entre 8.000 y 10.000 puestos de prácticas más al año, con el objetivo de reconducir la situación.

La tendencia a la baja del desempleo se ha visto interrumpida en los dos últimos meses, con un aumento de dos décimas, pero los expertos lo atribuyen al efecto estacional y no creen que vaya a tener incidencia en la evolución general.

Actualidad Laboral / Con información de Invertia