En el más reciente informe semanal de Ecoanálitica, afirman que para el cuarto trimestre del año que acaba de finalizar, el salario real de los venezolanos perdió su poder compra en 75,9% en comparación con el mismo período de 2016. El salario mínimo integral creció 402,7% en 2017 y la inflación de cierre fue de 2.399,2%.

Una grave crisis en la que cabe destacar que “la tardía implementación de políticas correctivas, que no se contemplan en el horizonte, hará que el proceso de recuperación sea progresivamente más costoso y lento”, señala el documento.

El año del desastre

Si el 2016 fue un año cargado de dificultades económicas y disputas políticas, que además enfrentó la mayor caída del PIB registrada en la historia de Venezuela, con un 15,1%, en 2017 llegó la pesadilla que tanto se temía: la hiperinflación.

Desde el comienzo del año no hubo un camino claro para el transitar económico y político, y la tensión social creció hasta desembocar en un período de protestas de calle que golpearon el ya maltratado aparato productivo.

Esa situación política hizo que el Gobierno recurriera nuevamente a la política económica para “asegurar sus bases de apoyo”, y esto “conllevó a la aparición y agudización de numerosas distorsiones internas que, sumadas a un débil desempeño externo, debilitaron progresivamente la sostenibilidad fiscal del Estado”, dice el informe.

Los ingresos petroleros experimentaron una caída debido a la deteriorada situación de la industria petrolera nacional, pues los precios, a diferencia de 2016, “jugaron a favor”. En noviembre la cesta petrolera venezolana cerró en USD 54,9 el barril de petróleo. En cuanto a la producción, la tendencia difiere. En 2017, la producción mensual ha caído 39 mil 400 barriles por día (kb/d), en promedio.



También la recaudación de impuestos ha venido cayendo conforme la actividad económica se ha contraído, así como el impuesto inflacionario del que ha hecho uso el Gobierno a través de la emisión monetaria, viene perdiendo peso en la estructura de ingresos.

Indica Ecoanálitica que el año cerró con un déficit fiscal estimado de 14,0% del PIB. “A pesar de que el gasto primario en términos reales ha caído, las fuentes de ingreso han perdido con mayor fuerza su capacidad de financiamiento".

Llegó la hiperinflación

La desenfrenada emisión de moneda por parte del Gobierno para tratar de sostener el gasto público, ha precipitado el crecimiento de los precios. Entre enero y noviembre de 2017 la inflación mensual promedió 29,4%, valor similar a la inflación total de 2011 y 2012. El umbral de la hiperinflación dejó de ser un mito, para alcanzarse en noviembre con 58,7%.

2017 también se caracterizó por mayores sanciones al gobierno e incumplimientos en la cancelación de deuda.

El informe también destaca que la necesidad de importaciones y los compromisos de deuda han hecho que el Gobierno contara con poco espacio para asignar divisas a privados.

El sistema Dicom dejó de funcionar en el mes de septiembre, tras una última subasta que contó con la publicación de las asignaciones, pero que no materializó la entrega de los recursos.

En 2017, las liquidaciones han experimentado una caída promedio mensual de 19,9%; llegaron USD 0,3 millones diarios en noviembre, luego de que en 2016 tuvieran un promedio diario de USD 17,9 millones.

Explica Ecoanálitica que el control de las divisas y el trato arbitrario en los sistemas oficiales restringen las opciones de las empresas que han tenido que acudir al mercado paralelo. Obtener divisas para la importación y como reserva de valor, en medio de una hiperinflación naciente, son elementos que han impulsado el tipo de cambio paralelo al alza.



Concluye la firma Ecoanálitica que “todos los frentes han sido contaminados y la crisis escala a un nivel mayor. Resulta claro que el uso discrecional e irresponsable de las políticas económicas ha derivado en un cúmulo de distorsiones que han tocado niveles difíciles de revertir, por lo que 2018 se debatirá entre la incertidumbre y los retos que ha dejado 2017”.

Y terminan: “el desafío es demostrar fortaleza y capacidad de resistencia y adaptación en tanto el entorno nos exija hacerlo”.

Actualidad Laboral / NCT