20-06-2018
Algunos líderes empresariales criticaron el martes la decisión del gobierno del presidente Donald Trump de separar a niños migrantes de sus padres, quienes son acusados de ingresar de forma ilegal a Estados Unidos. Sin embargo, de momento no está claro qué impacto tendrá esta postura, si es que hay alguno.

El director general de Facebook, Mark Zuckerberg, dijo que iba a donar dinero a los grupos que ayudan a las familias migrantes para que obtengan asesoría legal y servicios de traducción en la frontera. Pidió a otros hacer lo mismo.

Cerca de 2.300 menores han sido separados de sus padres en la frontera entre el 5 de mayo y el 9 de junio, de acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional.

“Necesitamos frenar esta política ahora mismo”, escribió Zuckerberg en su cuenta de Facebook.

El director general de Google, Sundar Pichai, tuiteó que las historias e imágenes sobre las familias migrantes eran “desgarradoras”. Mientras que Tim Cook, director general de Apple, dijo en una entrevista para el periódico The Irish Times que la política es “inhumana. Necesita detenerse”.

Los tres fundadores de Airbnb indicaron en un comunicado conjunto que separar a los menores de sus padres es “cruel, inmoral y va en contra de los valores estadounidenses de pertenencia”.

Los grupos de cabildeo conservadores se unieron a la crítica. The Business Roundtable, organización que incluye a los directores generales de Walmart Inc., General Motors Co., Boeing Co. y Mastercard Inc., entre otros, exhortó al gobierno de Trump a poner fin a esta política migratoria. De igual forma lo hizo la Cámara de Comercio de Estados Unidos, la cual representa a más de tres millones de pequeñas y grandes empresas.

“Sin duda, una nación tan grande, tan generosa y compasiva como Estados Unidos puede encontrar la manera de no separar a los niños de sus padres en la frontera. Si no podemos llegar a un acuerdo en eso, no podemos estar de acuerdo en nada”, aseveró Thomas Donohue, el presidente de la cámara y director general, en un comunicado.

La oleada de declaraciones corporativas podría aliviar las conciencias de los directores generales y lograr empatía con sus empleados y clientes, pero es poco probable que provoque un cambio en la política, de acuerdo con Erik Gordon, profesor adjunto en la Escuela de Negocios Ross de la Universidad de Michigan.

Cuando los líderes empresariales toman una postura en algunas cuestiones en las que tienen experiencia, como comercio, impuestos o regulaciones, influyen en la política, indicó. Pero sobre temas que los involucran de una manera menos directa, como inmigración o control de armas, tienden a tener menos impacto.

“Tienen una voz grande, pero no estoy seguro de que tengan una mayor influencia”, dijo Gordon.

Actualidad Laboral / Con información de AP