El experto en negociaciones de Littler Mendelson, Ricardo Alonso asegura que en Venezuela hay un alto porcentaje de sindicalización, “cercano al 95%, y no solamente porque casi todas las compañías en Venezuela tengan un sindicato sino que desde 1999 se ha venido promoviendo algo llamado el paralelismo sindical, por lo que en una empresa a veces hay dos o tres sindicatos. Normalmente estás obligado por ley a discutir contrato con el más representativo, sin embargo, tienes que sentarte y hablar con todos, los diferentes temas de administración, de beneficios diarios, simplemente no los puedes desconocer. Ellos existen allí y cualquier día podrían llegar a ser los más representativos y discutir la convención colectiva”.

Alonso indica que las organizaciones sindicales se crean para buscar un fin. "En muchos casos se trata de reivindicaciones monetarias, quieren mejorar su estatus económico con respecto a la sociedad, en otros casos puede tratarse de resentimiento, porque consideran que no han sido tratados de forma justa por parte de la compañía, por eso es tan importante velar por el clima y también, por la aplicación y cumplimiento de las normas laborales”.

El experto en negociaciones colectivas en Latinoamérica, manifiesta que en la región ha sido recurrente crear sindicatos para defender la ideología de la lucha de clases, según la cual el sindicato defiende a la masa trabajadora y el patrono defiende al capital.

El jurista insiste en la importancia de conocer los motivos de la creación del sindicato en la empresa, “porque el saber las razones de su existencia permitirá al empresario utilizar las herramientas adecuadas para mantener las mejores relaciones posibles con los sindicalistas”.

En opinión del experimentado laboralista, las leyes en los países latinoamericanos son similares, lo que cambia es, hacia donde están dirigidas, como se administran y aplican esas leyes.“Muchas veces hemos visto que Venezuela tiene exactamente la misma ley que en otros países, sin embargo, estamos en el caso extremo por la forma como se aplica”.

Por ejemplo, en nuestro país “ dan libertad desproporcionada sin ningún tipo de limitación al sindicato, lo cual lleva a situaciones donde el sindicato pide beneficios que en algunos casos son desmedidos, y adicionalmente buscan participar en el control, administración o gobernabilidad de la empresa”.

“Los países que han adoptado medidas para acabar con los sindicatos desde su nacimiento, han sido países donde no hay una consecuencia, no hay inamovilidad laboral para el sindicalista, no hay un fuero, no hay multas. Pero hay países, en los que por atentar o discriminar a los sindicalistas hay penas de prisión”, afirma el Socio Internacional de Littler Mendelson.

Alonso quién también es especialista en negociaciones de la Universidad de Cornell, aconseja a las empresas valorar el contexto legal, “recomiendo hacer una auditoría, examinar debilidades legales y laborales, hacer un estudio del clima laboral de la compañía y evaluar porque razón se está creando el sindicato. A partir de este conocimiento la gerencia podrá tomar mejores decisiones”.

Según el abogado una de las principales fallas que suelen tener las compañías es la mala escogencia de la persona adecuada para conversar o negociar con el sindicato. “Yo muchas veces sugiero que no lo escojas por el cargo. Es casi una regla matemática, que el director de recursos humanos está obligado a sentarse con el sindicato, es parte de su perfil, pero la verdad es que a lo mejor no tiene las habilidades necesarias para negociar; bien sea porque ha etiquetado al sindicato como su enemigo y esa animadversión se muestra, o porque es muy suave, no le gusta la confrontación, y entonces tiende a hacer muchas concesiones”.

“Una de las cosas que se ha visto en algunos países de Latinoamérica es que se ha creado la figura del gerente de relaciones laborales, que no tiene nada que ver con el de recursos humanos, quien hace la parte de compensación y estrategia. El de relaciones laborales tiene un perfil muy específico que te permite manejar el sindicato, es el que habla y se reúne con el sindicato y a final de cuentas, termina creando una relación con el sindicato, una relación de confianza y la confianza es lo único que te va a permitir llegar a acuerdos. Sin confianza, el tiempo que tienes que emplear es muy largo para llegar a lo que tu quieres llegar”.

En referencia a la comunicación que debe establecerse en la empresa, el experto laboral es enfático al expresar “el empleador debe ser un empleador sindicalista. Ese mismo proselitismo político que hace el sindicato todo el tiempo con sus trabajadores en la planta, debe hacerlo el patrono también, porque en muchos casos los temas que se discuten no deben ir a un tribunal, o terminar con un pago de dinero, muchas veces el problema se relaciona con una falta de atención o de respuesta oportuna por parte del empleador”.

“Si la empresa se empieza a comportar de esa forma, muchos problemas ni siquiera le van a llegar al sindicato y suponiendo que lleguen al sindicato, se debe hacer el mismo tratamiento. No todo se arregla con dinero. Por eso es muy importante saber ¿por que el sindicato tiene determinada posición?, ¿cuál es su interés primario?, porque no siempre el sindicato quiere dinero, a veces buscan reconocimiento, simplemente que los traten bien. Hay que evaluar correctamente los motivos para no ofrecer respuestas incorrectas”.

Para finalizar Alonso hace hincapié en la importancia de formar tanto a la gerencia como a los sindicalistas para negociar “no todo el mundo tiene entrenamiento en negociación y muchas veces los conocimientos son empíricos. Lo que se recomienda es que des entrenamiento formal al equipo encargado de resolver los conflictos, y de alguna manera u otra tu debes darle entrenamiento o educación al sindicato, muchos dirán que cuando haces eso estas dándole armas al sindicato para que combata en tu contra pero no, tú lo que estás haciendo es crear un lenguaje común. Si el sindicato y la empresa manejan un lenguaje común eso permite acelerar las negociaciones e inclusive permite saber como piensa cada uno y ahorrar tiempo. Los entrenamientos ayudan mucho a que las negociaciones se desarrollen en un clima estable”.

Las declaraciones de Ricardo Alonso tuvieron lugar en un foro regional de Derechos Colectivos, realizado por Littler Global en Costa Rica.

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