Un grave déficit en el número y la calidad de los empleos creados en los países del G20 está afectando las perspectivas de revitalizar la recuperación económica, según un informe titulado G20 labour markets: outlook, key challenges and policy responses (Mercados laborales del G20: perspectivas, principales desafíos y respuestas políticas) preparado por la OIT, la OCDE y el Grupo del Banco Mundial para la reunión de ministros de Trabajo y de Empleo del G20 que ha tenido lugar en Melbourne el 10 y 11 de septiembre 2014.

A pesar de algunos progresos recientes, la lentitud de la recuperación de la crisis financiera significa que muchas economías del G20 siguen enfrentando un importante déficit de empleo, que persistirá hasta al menos 2018 a menos que se intensifique el crecimiento. Con más de 100 millones de personas aún desempleadas en las economías del G20 y 447 millones de 'trabajadores pobres' viviendo con menos de dos dólares al día en las economías emergentes del G20, el débil rendimiento del mercado laboral también amenaza la recuperación económica porque frena tanto el consumo como las inversiones.

Principales conclusiones del informe:

  • El crecimiento de salario ha sido significativamente inferior al crecimiento de la productividad en la mayoría de los países del G20, mientras que la desigualdad de los salarios y de los ingresos permanece alta o ha aumentado.

  • Los salarios reales han quedado estancados, o hasta disminuyeron, en muchas economías avanzadas del G20.

  • En las economías emergentes del G20, los altos niveles de subempleo y de informalidad están afectando la producción actual y la productividad futura.


“Los empleos son la base de la recuperación económica”, afirma el informe. “Los países del G20 necesitan más y mejores empleos como base para un crecimiento sostenible y el bienestar de su población”.

A pesar de un crecimiento generalmente lento, un número de economías emergentes ha realizado progresos considerables en la reducción de la pobreza absoluta, y algunos también han reducido la desigualdad de los ingresos.

Sin embargo, el trabajo informal sigue siendo un gran obstáculo para mejorar la calidad del empleo, sobre todo en los países emergentes y en desarrollo.

Mirando hacia el futuro, el informe sostiene que para alcanzar un crecimiento sostenible, equitativo e inclusivo es necesario adoptar políticas transversales en todos los sectores pertinentes a fin de mejorar la productividad y los salarios, las perspectivas de empleo, sobre todo para los grupos más afectados por la crisis o más vulnerables.

Los cambios demográficos, como el rápido envejecimiento de la población en algunos países y el crecimiento de las poblaciones jóvenes en otros países, significan también que los gobiernos deben favorecer la participación de las mujeres, de los jóvenes, de los grupos vulnerables y de los que no están suficientemente representados en el mercado laboral, reforzar sus competencias y ofrecer apoyo en la búsqueda de empleo.

El informe destaca además otras áreas donde es necesario adoptar medidas adicionales, como la protección social, el diálogo social, los derechos en el trabajo y la seguridad en el lugar de trabajo.

La creación de empleos de calidad y de un crecimiento sólido y equitativo son dos objetivos entrelazados, según el estudio: “Para revertir el ciclo actual de crecimiento débil, baja creación de empleo e inversiones insuficientes son necesarias intervenciones públicas que aborden tanto el lado de la oferta como de la demanda del mercado laboral. Estas políticas serán más eficaces si son adoptadas colectivamente y son coordinadas a nivel del G20”.

Actualidad Laboral / Con información de la OIT