11-10-2017
“Tras haberse destruido la economía venezolana por erradas políticas públicas, tenemos actualmente una industria manufacturera cuya sostenibilidad para generar bienes y puestos de trabajo está seriamente cuestionada. Esta situación afecta la capacidad de la industria de seguir subsistiendo”. El planteamiento lo realizó el presidente de la Confederación Venezolana de Industriales, Conindustria, y vicepresidente de la Asociación de Industriales Latinoamericanos (AILA), Juan Pablo Olalquiaga, al dar a conocer los resultados de la Encuesta de Coyuntura correspondiente al segundo trimestre de 2017.

Esta encuesta revela que 56% de quienes contestaron manifestaron que el empleo se contrajo debido a la falta de operatividad de las fábricas. Ante este panorama, 50% dijo que no realizará inversiones; 45% se conformará con hacer inversiones operativas (equipos, mantenimiento) y sólo 5% hará inversiones mayores. Preocupa sensiblemente el hecho de que 50% de las empresas han sufrido en promedio 33% fuga de personal calificado.

Señala el informe que 84% de los empresarios consideran que la situación actual del sector industrial es mala o muy mala, apreciación que se fundamenta en la crisis que están sufriendo las industriales nacionales pues cada vez tienen que sortear más obstáculos para poder mantenerse en el mercado.

Entre los principales factores que impiden el incremento de la producción en el país destacan, como ya es reiterativo en los últimos años, la falta de divisas para adquirir materias primas, insumos, repuestos y maquinarias; la incertidumbre institucional que es consecuencia de la implementación de políticas públicas o regulaciones que condicionan la operatividad de las empresas; la imposibilidad de acceso a proveedores de materias primas y la caída de la demanda nacional como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo por parte de los consumidores.

De acuerdo con la encuesta de coyuntura, 75% de los consultados afirmó que su cartera de pedidos disminuyó y sólo 9% dice que aumentó. 20% de las empresas contestaron que no tienen tiempo de trabajo asegurado, es decir, están paradas y 44% de los que respondieron el cuestionario señalaron que apenas cuentan con un mes de trabajo asegurado.

Por otra parte, 76% de los representantes de las industrias afirmaron que las ventas cayeron. Los sectores de madera y papel así como productos minerales no metálicos reportaron que no concretaron ventas en el segundo trimestre del año; en el automotor, 88% de las empresas sufrieron disminución en sus colocaciones en el mercado; lo mismo ocurrió con 83% de las industrias de textil y calzado y con 79% de las pertenecientes a la actividad química y farmacéutica.

En cuanto al inventario, 74% de los entrevistados advirtió que hubo una disminución, mientras que 79% afirmó que la producción se redujo. Los sectores más afectados por la caída en la producción fueron madera y papel, automotor y productos no metálicos (-100%).

Otro de los problemas que enfrenta el sector industrial es que los costos de producción se elevaron en 880% en un año.

Frente a estas dificultades que se han acentuado desde 2014 a la fecha, preocupa que 38% de las empresas considera que no podrán mantenerse operativas en los próximos dos años bajo las actuales circunstancias. Por ende, la industria nacional enfrenta una crisis existencial.

El presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga advirtió que hacer productos en cantidades tan pequeñas no tiene razón de ser; así no hay productividad ni competitividad. Esto se traduce en problemas de abastecimiento y precios que está afectando severamente al consumidor quien cada vez tiene menos opciones para satisfacer sus necesidades.

Actualidad Laboral / Nota de Prensa