10-07-2019

Francia anunció el martes (09.07.2019) que impondrá una tasa "verde" a los billetes de avión, que gravará a los pasajeros con hasta 18 euros. Es un intento por limitar el impacto medioambiental del transporte aéreo. Este impuesto se aplicará a todos los vuelos que despeguen de aeropuertos franceses a partir de 2020, excepto a los vuelos que estén haciendo escala y los que tengan como destino la isla francesa de Córcega y los territorios franceses de ultramar; explicó la ministra de Transportes de Francia, Elisabeth Borne.


Concretamente, será de 1,50 euros para la clase económica (9 para la clase ejecutiva) de los vuelos nacionales e intraeuropeos, y de 3 euros en clase económica (18 euros en clase ejecutiva) para los vuelos extracomunitarios.


El gobierno francés espera recaudar con esta nueva tasa 180 millones de euros al año, a partir de 2020, que serán utilizados para invertir en infraestructuras de transporte más ecológicos, sobre todo ferroviario, indicó Borne.


Reacción empresarial


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Air France no tardó en reaccionar al anuncio. En un comunicado tachó a la medida del gobierno francés de "incomprensible". "Esta nueva tasa penalizará fuertemente a la competitividad de Air France, en momentos en que la compañía necesita reforzar sus capacidades de inversión para acelerar la reducción de su impacto medioambiental, sobre todo en su plan de renovación de la flota", señaló la compañía francesa. El grupo indicó que el 50% de su actividad se desarrolla en los vuelos a la salida de Francia y estima que esta medida, le hará perder más de 60 millones de euros por año.


Tras el anuncio de este nuevo impuesto, la acción de Air France-KLM cayó en la bolsa de casi 4%, hasta los 8.54 euros. Su adversario alemán Lufthansa, también cotizó a la baja, con una caída de 2,50%, hasta los 14,8 euros.


Otros casos


Suecia introdujo un impuesto similar en abril de 2018, que gravó a los pasajeros con un cargo adicional de hasta 40 euros, en un intento por rebajar las emisiones de CO2. Este país nórdico, líder en la transición ecológica, ha visto también nacer un movimiento llamado "flight shaming", en referencia a la vergüenza o culpabilidad por volar, encabezado por Greta Thunberg, la joven activista sueca que se ha convertido en un símbolo de la lucha contra el cambio climático.


El movimiento coincide con varias iniciativas para limitar la huella contaminante de la aviación que emite 285 gramos de CO2 por kilómetro recorrido por pasajero. Esto, a comparar con el transporte por carretera que emite 158 gramos y por ferrocarril que emite apenas 14.


Actualidad Laboral / Con información de DW