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INCES a revisión


Empresarios y Dirigentes Sindicales del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (INCES) coinciden en la necesidad de una revisión profunda del organismo, dirigida a rescatar los planes de formación. El Presidente del Sindicato de Trabajadores de ese organismo, Carlos Patiño, fue enfático en señalar “prácticamente el Inces está paralizado, y esa es la realidad”.

Como parte de las conversaciones entre el Gobierno y el sector productivo, los empresarios representados por FEDECÁMARAS, han planteado a las autoridades la importancia de la formación técnica. “Si Venezuela aspira ser un país competitivo, necesita tener personal capacitado de primer nivel a lo largo y ancho de la cadena laboral, desde un trabajador de bajo nivel hasta un profesional del más alto nivel”, señaló Carlos Larrazábal, Segundo Vicepresidente de ese organismo cúpula empresarial.

INCE o INCES

En su creación, hace casi 55 años (agosto, 1959) como instituto autónomo, tenía como fin promover la formación profesional de los trabajadores, realizar programas de adiestramiento a la juventud desocupada, entre otras tareas.

49 años después de formado, le fue incorporada una “S” en sus siglas, y nuevos objetivos se leen en su sitio en Internet, como “desarrollar el sistema de formación y capacitación integral acorde a las exigencias del nuevo modelo de desarrollo productivo y de inclusión social” y otras.

“No se está atendiendo a la clase trabajadora, no se está atendiendo a la juventud desocupada, a los privados de libertad”, advirtió Patiño, siendo esto uno de los aspectos que están contemplados en el de decreto ley que regula al organismo. Y además alertó el dirigente sindical “cuando no se atiende a la juventud desocupada que aspira un empleo, lo que promueve es delincuencia juvenil, embarazo precoz, más pobreza”.

Larrazábal va más allá y plantea el problema desde un ámbito más amplio. Al compararlo con instituciones similares en el mundo, plantea el rezago que tiene el venezolano en la utilización de nuevas tecnología. Un caso que cita es el de Brasil “donde tienen salones tridimensionales, pueden armar un motor en 3D”.

Y sentencia “cuando aquí el enfoque que se le ha dado al INCES es la formación ideológica, en los últimos tiempos, en otros países están atendiendo la formación técnica”. Ese ejemplo, según explicó, lo expuso en la reunión con las autoridades del organismo venezolano, como parte de lo que, consideran, contempla el Plan Nacional de Aprendizaje, previsto en la normativa.

“Es una de las herramienta de desarrollo social más importante, porque normalmente los pasantes INCES vienen de los estratos sociales muy bajos (…) muchos vienen de hogares disfuncionales donde la madre es el jefe de la familia (…) en los países donde funciona es un mecanismo de movilidad social muy importante que se ha perdido en los últimos tiempos”, dijo el dirigente empresarial, quien explicó además que 80% de los que acuden a ese instituto son del estrato “D” y 20% del “E”.

Proyectos comunitarios vs Centros de Formación Delegada

En la actualidad, la formación estaría colocando el acento en las necesidades de las comunidades. Pero de acuerdo con el análisis del Presidente de Sintrainces, ese no debería ser el centro de atención del INCES, aunque no descarta que podría ser parte del programa de formación.

“Los talleres del Inces se están perdiendo, esa inversión a nivel nacional de los 136 centros se están viniendo abajo, la tecnología está en desuso, se está dañando”, dijo Patiño. Y esa situación habría sido reconocida por las autoridades del instituto durante la reunión con los empresarios.

En el encuentro, el 2do Vicepresidente de Fedecámaras, expuso además el resultado positivo de los Centros de Formación Delegada, que son dirigidos por los privados, como es el caso del Centro de Formación de la Asociación de las Artes Gráficas “es un caso exitoso donde se están formando operadores de maquinaria especializada del sector artes gráficas”. Así como el que tiene la Cámara Venezolano Suiza, en los terrenos de la Hacienda Santa Teresa, apoyado por la Gobernación del Estado Aragua, y que planteó deben ser modelo en diferentes sectores, en el país.

Precarización de las condiciones laborales

El contrato colectivo está vigente pero, según denunció el representante de los trabajadores, se estaría incumpliendo. La póliza de salud y la dotación de uniformes son los temas que preocupan en este momento a quienes laboran en el INCES.

A finales del año pasado, explicó Patiño, la directiva del instituto cambió a la empresa contratada para el HCM, sin consultar a los trabajadores. “no hay reembolso de medicinas, hay Estados como Guárico, donde ninguna clínica quiere trabajar con ese seguro por impagos”. Igual, habría ocurrido con los uniformes que debían recibir el año pasado. “Contrató con CAVIM (…) que no hace uniformes, contrata o subcontrata a unas cooperativas para hacer uniformes que dicen ‘hecho en Perú’ ¿cuántas manos y cuántos intermediarios tuvo el INCES para esto?”.

Igualmente estaría pendiente el pago de algunas bonificaciones. Así mismo se encuentran a la espera de discutir el proyecto de contrato colectivo presentado por la representación sindical en Enero de este año.

Actualidad Laboral / ASS