Entre payasos, domadores y acróbatas encontramos un perfil profesional que habitualmente no se asocia al mundo circense y cuya labor, aunque sea entre bastidores, es esencial, ya que se encarga de garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento de los mecanismos utilizados en los increíbles números que los artistas ofrecen al expectante público.

Se trata de los ingenieros, que ven cómo el circo les presta una oportunidad de trabajar en un ámbito laboral totalmente diferente: "La principal ventaja es la posibilidad de viajar por todo el mundo conociendo a mucha gente. Es un trabajo especial y exclusivo", declara Miquel Llull, actual ingeniero en Cirque du Soleil (el legendario Circo del Sol).

La formación necesaria

Según datos del INE, los ingenieros electrónicos son los trabajadores con una menor tasa de paro (en 2016 un 98 por ciento de los titulados tenía trabajo). Si a esto le añadimos que las carreras como Ingeniería Electrónica Industrial y Automática, Informática o de Telecomunicaciones serán las especialidades con más salidas profesionales en los próximos años, según Randstad (en 2016, una de cada cuatro ofertas de empleo, lo que equivale a un 23 por ciento, fue para estos perfiles), trabajar en un circo como ingeniero es una opción nada despreciable: "Se pueden desarrollar diferentes habilidades sin necesidad de especializarse, ya que existen muchos departamentos pero poca gente en cada uno, por lo que se ha de tener conocimiento de diferentes aspectos para poder solucionar cualquier imprevisto. Las producciones necesitan de este perfil debido a los requisitos técnicos", explica Miquel Llull, y añade: "Las universidades del país no ofrecen ninguna formación más específica para estos trabajos, como sí que existe en Estados Unidos. Además, los puestos de ingenieros en el mundo del espectáculo son pocos. Mi consejo para cualquier persona que quiera dedicarse a esta rama es que estudie la ingeniería que más se adapte a sus gustos y que, poco a poco, intente entrar en el mercado laboral, buscando formación en otros países, o incluso a veces sirve con dejar el currículum en la página web".

Llull también es exalumno de la Escuela Universitaria de Ingeniería EUSS (Escuela universitaria Salesiana de Sarrià), desde la que explican: "Desarrollar la Ingeniería en un circo puede ser una salida limitida, pero si ampliamos al mundo del espectáculo en general, aumentan las posibilidades de encontrar empleo. Si pensamos en la escenografía de un teatro y toda la tecnología vinculada, comprobamos que son muchas las puertas que se abren". De la escuela ya han salido cuatro alumnos que se dedican al mundo del espectáculo a través de la Ingeniería.

Áreas en las que trabajar

La tecnología, muy presente en el desarrollo del espectáculo circense, no es el único ámbito en el que un ingeniero puede desarrollar su labor, también puede hacerlo en automatización industrial (tanto parte de control como mecánica), iluminación, vídeo y sonido: "Durante el espectáculo montamos, colgamos, soldamos, programamos y ejecutamos los sistemas. En mi caso, además, pude colaborar con el diseño de los mismos, que debe ser específico y robusto, ya que sufrirán muchos montajes y desmontajes durante aproximadamente 12 años", cuenta Llull, que comenzó a trabajar en el mundo circense a los 26 años, tras tener una empresa de diseño electrónico.

Cada organización demanda un tipo de necesidades tecnológicas, pero en Cirque du Soleil, las que se aplican más frecuentemente son: "Diseño mecánico de estructuras que deben soportar mucho peso y aceleraciones de personas dando vueltas en el aire, y a la vez que sean ligeras, sencillas y fáciles de separar para poder mover de ciudad en ciudad". Por lo que, en este tipo de montajes, son imprescindibles los PLC, dispositivo electrónicos que pueden ser programados por el usuario o protocolos digitales de comunicación.

Desarrollo de competencias en estudiantes

"Todo está en continua evolución y más en los aspectos tecnológicos aplicados a la vida cotidiana, por lo que el mundo del espectáculo no se quedará aparte", afirman desde la EUSS, dónde apuestan por las competencias transversales a través del programa 'Engineering By Doing', que permitirá a los ingenieros desarrollarse ante cualquier circunstancia aportando imaginación, creatividad o integración". Se desarrolla en los últimos cursos e incluye prácticas.

Actualidad Laboral / Con información de El Economista