20-06-2018
La Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) centrará el debate de su 174º reunión ordinaria, que se celebrará este viernes en Viena, en el aumento de la producción para cubrir la caída del bombeo de crudo por parte de Venezuela, Irán y Angola. Así, tendrá lugar el choque entre los países que quieren bombear más 'oro negro' y los que prefieren mantener las restricciones (porque no tienen capacidad para producir más). En definitiva, este viernes se presenciará un 'combate' entre Arabia Saudí y Rusia (quieren producir 1,5 millones de barriles más por día) contra Irán, Venezuela, Irak y Angola, que prefieren mantener las restricciones o en todo caso tolerarían un incremento muy leve de la producción.

Una de las mayores contribuciones a los recortes a la producción, pactado en noviembre de 2016 por los 14 países que integran la OPEP y otros 10 países aliados, es la de Venezuela. En el último informe mensual de la OPEP se señala que el país caribeño está bombeando 580.000 barriles diarios menos de crudo de lo acordado. "No es algo premeditado, sino que se debe a que la implosión económica del país no les ha permitido aumentar la producción", apunta el analista de WisdomTree Nitesh Shah.

Este suceso en Venezuela, junto a las sanciones en Irán y a las frecuentes interrupciones en la producción de algunos países africanos ha llegado al crudo a tocar los 80 dólares por barril, un precio peligroso, según la Agencia Internacional de la Energía. Si la OPEP reestablece los niveles de producción previos a los recortes (que fueron de 1,8 millones de barriles), el precio del crudo podría caer al entorno de los 65-70 dólares, según los expertos.

Para compensar el debacle de la industria petrolera en Venezuela, Arabia Saudí y Rusia abogan por un incremento de la producción de petróleo que compense esta caída y ponga fin al rally del petróleo. Fueron los prohibitivos precios del crudo los que estimularon el rápido desarrollo del frackin y el shale oil en EEUU y otros países. En Riad y Moscú buscan alargar lo máximo posible la era del petróleo en el mundo de la energía y para ello es aconsejable que los precios sean competitivos.

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