Desde hace más de dieciséis años los venezolanos hemos vivido sometidos a un sinnúmero de mentiras. Sin embargo, la que me parece más relevante es aquella que tiene que ver con las supuestas ventajas del modelo socialista.

Según los promotores de dicho modelo, el socialismo es la llave, la clave, el santo grial que permitirá a la sociedad venezolana liberarse de todos sus males. Esa mentira encierra otra que consiste en achacar todos las penurias de nuestra sociedad al (otra vez) supuesto modelo capitalista neoliberal que “supuestamente” existía en Venezuela.

Vamos a ver como lo podemos escribir clarito: En Venezuela nunca existió un sistema verdaderamente capitalista y mucho menos neoliberal.

Por el contrario, y debido a la influencia del petróleo en nuestra economía, el modelo venezolano siempre fue uno en lo que lo público (el Estado) lo controlaba todo, absolutamente todo. La iniciativa privada fue limitada a pocas actividades que los gobiernos de turno dependiendo de las alzas o bajas de los precios petroleros, permitían de una manera más o menos amplia.

Recuerden los que tengan edad para ello y los que no se los cuento brevemente aquí, que en Venezuela durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez se nacionalizaron las industrias del Petróleo, Gas y la Minería y que desde ese gobierno y hasta bien entrado el segundo mandato de Carlos Andrés, las garantías económicas previstas en la Constitución estaban restringidas. Por lo que el Ejecutivo Nacional gobernaba al país mediante decretos leyes.

Recuerden o sepan, que durante todos esos años antes del gobierno de Hugo Chávez y del advenimiento del supuesto socialismo liberador, en Venezuela existían ya las misiones (aunque no se llamaban así) entre otras el vaso de leche escolar, la beca de estudios, el morralito para los chamos con sus útiles escolares, las oficinas del IVSSS de asistencia médica integral, entre muchos otros.

Así mismo, recuerden o sepan que antes de CADIVI, existió RECADI y la OTAC (con los mismos guisos pero con menos plata). Que el Gobierno también “matraqueaba” a los empresarios con la obligación de incluir el PVP (precio máximo de venta al público), se fundó CONACOPRESA para distribuir alimentos a menor precio (tampoco funcionó), se instauraron controles de precio a puerta de corral, existía la estabilidad numérica, la relativa, la especial, la “sui generis”, y demás tipos de estabilidades e inamovilidades que limitaban el derecho de los empleadores de reducir su personal.

La verdad es que en Venezuela nunca, pero nunca hemos sabido lo que es tener libertad económica, nunca pero nunca se le ha dado a los emprendedores el campo de acción necesario para evolucionar y desarrollarse. Nosotros no sabemos lo que es el libre mercado. Siempre pero siempre hemos tenido un modelo estatista, castrante y falto de libertades económicas.

La verdad es que desde siempre nuestro país ha violado las leyes del mercado y con la fuerza de una economía controlada por la industria petrolera se ha sometido a millones de personas a los designios y planificaciones del grupo de poder de turno.

La única diferencia entre el antes y el ahora, es que en el antes la intención política era tratar de lograr la justa distribución de la riqueza petrolera mediante un acuerdo político al que se denominó el Pacto de Punto Fijo gobernado por una filosofía de centro izquierda. En él se pretendía que estuviese representada la totalidad de la sociedad, con especial énfasis en los grupos minoritarios (y que ahora detentan el poder).

Lamentablemente ahora, el supuesto socialismo del siglo XXI lo que busca es distribuir (o apropiarse) de la riqueza petrolera con una visión de izquierda comunista radical, por lo que el fracaso del modelo está asegurado como todos lo estamos viendo en vivo y en directo. Este modelo excluye a todos los que piensen diferente (aunque representen la mitad del país) y les impone su manera de pensar (aunque para ello debe elegir a las autoridades del poder moral el día de los inocentes a las nueve de la noche).

Un muy Feliz 2015 para todos!

Mis mejores deseos para ustedes y sus familias.

Juan Carlos Varela/Abogado

@J3CV