Los entornos laborales están sufriendo cambios vertiginosos que en la mayoría de las ocasiones llevan al desempleo o la precariedad laboral y que sólo para ciertos sectores sociales suponen beneficios más que perjuicios. La competencia, el trabajo especializado y la automatización de muchas funciones dentro de las empresas modifican las dinámicas laborales a tal grado que en unos cuantos años podremos ver las consecuencias tangibles de estos cambios y tal vez no nos gusten.

“La competencia por el talento adecuado es feroz. Y talento ya no significa lo mismo que hace diez años. Muchos de los roles, habilidades y trabajos del futuro son desconocidos para nosotros hoy. ¿Cómo pueden las organizaciones prepararse para un futuro que pocos pueden definir?”, pregunta la consultoría PwC en su estudio La fuerza laboral del futuro, en el que a partir de una encuesta realiza una serie de predicciones sobre lo que los trabajadores esperan del mundo del trabajo hacia el año 2030.

El informe de PwC está basado en una investigación realizada por un equipo de PwC y el Instituto James Martin para la Ciencia y la Civilización de la Said Business School de Oxford sobre una encuesta a 10,000 personas en China, India, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos. El objetivo de dicha encuesta era obtener información sobre la percepción de las personas acerca de cómo evolucionará su entorno de trabajo entre el 2007 y el 2030, lo que permitió saber cómo estos cambios podrían afectar las perspectivas de empleo de los encuestados y sus futuras vidas laborales

En este sentido, para PwC, el trabajo del futuro tendrá menos que ver con la innovación tecnológica en sí que con la forma en la que los seres humanos decidan utilizar la tecnología.

Esto se infiere a partir de que la mayoría de los encuestados dijo no temer por sus vida laboral y profesional en el futuro. De acuerdo con la consultoría, 37% de las personas se siente emocionado porque ve un mundo lleno de posibilidades con respecto a cómo les afectará el trabajo en el futuro, mientras que 36% se siente confiado en que será exitoso en el trabajo del futuro, esto significa que más de 70% de los encuestados confía en que tendrá un trabajo estable y bien remunerado en el futuro. Sólo dos de cada 10 personas están preocupados o nerviosos por lo que pueda pasar a su trabajo en el futuro.

Las transformaciones en el entorno laboral están sucediendo a la par de otros cambios económicos o tendencias que están distribuyendo de manera distinta a la habitual el poder, la riqueza, la competencia y las oportunidades en prácticamente todo el mundo. De acuerdo con PwC, estas megatendencias, como las innovaciones disruptivas, el pensamiento radical, los nuevos modelos de negocios y la escasez de recursos afectan a todos los agentes económicos de la sociedad.

Estas megatendencias fueron consideradas dentro del estudio de PwC para evaluarlas a través de un sistema de ejes que tienen que ver con las posibles dinámicas sociales dentro de cuatro escenarios planteados por la consultoría para demostrar los mundos laborales posibles en caso de que estas megatendencias sigan su curso: Mundo Rojo, Mundo Azul, Mundo Verde y Mundo Amarillo.

Las tendencias están divididas con respecto al grado de colectivismo o individualismo que representen para la sociedad y al grado de integración contra fragmentación que supongan para las empresas y los negocios. Ésta es una breve síntesis de los cuatro mundos del trabajo posibles rumbo al año 2030:

Mundo Rojo

“El Mundo Rojo es un incubador perfecto para la innovación”. Las pocas regulaciones y la diversidad de mercados de nicho harán que las compañías sólo busquen satisfacer las necesidades de los individuos y de las comunidades que se forman alrededor a una marca.

De acuerdo con PwC, en este escenario la tecnología fomentará la creación de burbujas sociales basadas en ideas afines que serán la base para que las empresas encuentren formas cada vez más atractivas de ofrecer productos personalizados para estos nichos.

En el Mundo Rojo, las grandes compañías se verán relegadas en un entorno digital que permite el florecimiento de pequeñas compañías con gran influencia. “Las plataformas digitales unen al trabajador con el empleador, las habilidades con la demanda, al capital con el innovador y al consumidor con el proveedor. Esto permite a los emprendedores tener un mucho mayor alcance en términos de influencia y escala”, refiere el reporte.

Aunque la especialización será una de las mayores cualidades dentro del Mundo Rojo, no serán los empleadores o las universidades quienes acrediten las habilidades y capacidades de un trabajador, sino su propio conjunto de experiencias y redes sociales. Debido a que muchas compañías buscarán la automatización de sus procesos de producción, el empleo será escaso e inestable; la mayoría de los trabajadores con las habilidades más buscadas por los empleadores tendrán empleos temporales definidos por los proyectos o por la duración de la compañía.

Mundo azul

En el Mundo Azul, “el corporativo es el rey”, de acuerdo con PwC. En este segundo escenario propuesto por la consultoría, el tamaño de las empresas y la influencia que ejercen sobre la sociedad serán los indicadores de su poder frente a sus competidores. “Las empresas crecen a tal escala y ejercen tal influencia, que algunas se vuelven más poderosas que muchos Estados nación”, explica el reporte.

Dentro de esta predicción en la que los grandes corporativos acumularán cada vez más riquezas y poder, se maximizarán las capacidades humanas mediante el uso de tratamientos y técnicas que ayudarán a mejorar las funciones físicas y cerebrales de los trabajadores, para quienes la presión por producir más y mejor será implacable.

Quienes cuenten con un empleo permanente recibirán grandes remuneraciones, lo mismo que aquellos que aunque sólo trabajen de manera temporal, lo hagan en áreas de alta especialización, siempre y cuando mantengan sus habilidades actualizadas y cedan a las empresas buena parte de su privacidad, ya que de acuerdo con PwC, en el Mundo Azul, los corporativos supervisarán y medirán obsesivamente desde la ubicación de su fuerza de trabajo, su salud y bienestar, hasta su desempeño tanto dentro como fuera de los centros de trabajo

Mundo verde

En el Mundo Verde, “la necesidad de una poderosa conciencia social es primordial”, dice el reporte de PwC. La responsabilidad social empresarial será un imperativo de las empresas que quieran subsistir en este escenario en el que las compañías deberán estar abiertas a la colaboración y a ejercer un papel cada vez más intenso en el desarrollo de sus trabajadores y de la comunidad a la que pertenecen. Debido a que habrá una mayor escasez de recursos naturales, los gobiernos impondrán restricciones cada vez más estrictas que las empresas recibirán con buenos ojos, impulsando una fuerte agenda sobre derechos humanos y ambientales.

“La automatización y la tecnología son un elemento esencial del mundo verde, ya que ayudan a proteger los escasos recursos ya minimizar los daños ambientales”, refiere el reporte de PwC. De acuerdo con la consultoría, la automatización en el Mundo Verde permitirá que las empresas puedan administrar sus recursos de una forma más eficiente y ecológica, pero ¿esto tendrá un impacto en los seres humanos?

Según la consultoría, los empleados dentro de este escenario disfrutarán de horarios más flexibles para convivir con su familia y para desarrollar actividades sociales y recreativas. Además, los empleados podrán confiar en que su empleador los trate de una forma equitativa, en cuanto a la remuneración que reciben y a las condiciones de trabajo en las que se desarrollan. Las empresas esperarán de sus trabajadores que se atengan a los altos estándares éticos y de conducta y que aprendan a administrar su tiempo y sus recursos de una manera más eficiente

Mundo amarillo

En el Mundo Amarillo, “los seres humanos están primero”, indica el reporte de PwC. Según la consultoría, en este escenario “los trabajadores y las empresas buscan un mayor significado y relevancia en lo que hacen”. Grandes políticas públicas en la distribución de la riqueza, los recursos y los privilegios hacen que la equidad comience a volverse una realidad. En este mundo, la tecnología y la automatización de procesos ayudarán a eliminar las barreras de entrada al capital y a los mercados mundiales, lo que permitirá que pequeñas empresas sociales sean capaces de competir con facilidad contra grandes corporativos.

Para los trabajadores, el Mundo Amarillo implicará la conquista de su independencia, gracias a lo cual depositarán su mayor confianza y lealtad en personas con sus mismas habilidades o que estén de acuerdo con la causa que defiendan. De acuerdo con PwC, los gremios de comerciantes de la Edad Media son el mejor ejemplo de esta dinámica de empleo en la que estos grupos se conformarán para proteger, apoyar y conectar a los trabajadores independientes; además de que, en muchos casos, serán los que proporcionarán la capacitación y los beneficios que comúnmente eran entregados por los empleadores.

Actualidad Laboral / Con información de MBA Americaeconomía