Las dos categorías más grandes de empleos en aumento en los Estados Unidos ofrecen salarios que se cuentan entre los más bajos del país y los que menos beneficios ofrecen.

Los analistas prevén que en los próximos diez años habrá 1,2 millones más de empleos para cuidados de salud en el hogar y asistentes de cuidados personales, según un informe de la Oficina de Estadísticas Laborales. Esos son más puestos que los que se proyectan para la suma de las ocho siguientes categorías de más acelerado crecimiento del empleo.

Para 2026 el sector de cuidados de la salud en el hogar sumará 425.600 puestos, un incremento del 46,7 por ciento, según las estimaciones del Estado. El ingreso anual medio de esa ocupación es de US$ 22.600.

Mientras tanto se prevé que la cantidad de asistentes de salud personal aumentará en 754.000 puestos o el 37,6 por ciento. El ingreso típico de este tipo de ocupaciones laborales es de US$ 21.000 anual.

Se anticipa que el empleo vinculado con la energía solar y eólica, con salarios más elevados, crecerá un 105 y un 96 por ciento, respectivamente, pero estos sectores diminutos sólo sumarán 17.400 nuevos puestos en la próxima década, según predicciones de investigadores.

Aproximadamente nueve de cada diez personas dedicadas a los cuidados personales son mujeres. Casi la mitad se identifican como negras o latinas. Las trabajadoras en estos roles comparten una misión central: cuidan a personas con dificultades para su propia atención. Pero muchas viven en la pobreza y la mayoría tiene muy pocos días de descanso o ninguno.

"Son típicamente las que mantienen hogares de bajos ingresos", dijo Ariane Hegewisch, economista del trabajo en el Instituto de Investigaciones de Políticas para la Mujer, que fue coautora de un estudio publicado el año pasado acerca de empleos de bajos salarios cubiertos por mujeres. "Lo que ganan les hace difícil pagar el alquiler o educarse o pasar a empleos mejor pagos o atender a sus hijos".

El 55 por ciento de las asistentas de salud en el hogar subsisten con ingresos por debajo de 200 por ciento de la línea de pobreza federal, según su estudio. Tienden a depender de subsidios públicos, dijo, y no cuentan con recursos para lograr que sus hijos tengan acceso a mejores oportunidades económicas.

Hegewisch dijo que los funcionarios tienen que prestar atención a este grupo creciente de trabajadoras. "Si estos empleos funcionan bien, el sistema general de salud y el sistema de cuidados sociales puede ahorrar mucho dinero", dijo.

Hegewisch ha propuesto usar dólares de Medicare para complementar los salarios de personas dedicadas a los cuidados personales, sosteniendo que reduciría la rotación y le ahorraría dinero al Estado evitando que los ancianos y enfermos vayan a geriátricos. Los geriátricos tienden a ser mucho más costosos para el sistema de salud que los cuidados en el hogar.

Demetria Nightingale, importante integrante del Urban Institute, un centro de estudios de inclinación izquierdista en la capital de Estados Unidos, dijo que la demanda de ayuda en el hogar para la salud y los cuidados personales seguirá creciendo aceleradamente al envejecer la población.

"Tenemos muchos de estos empleos de bajos salarios y vamos a necesitar muchos de estos empleos de bajos salarios en el futuro", dijo.

El presidente Donald Trump ha dicho que busca expandir el número de aprendices en Estados Unidos y Nightingale dijo que espera ver oportunidades similares para asistentes domésticas. Los Ángeles y Seattle tienen programas de capacitación pagos robustos y replicables, dijo.

"Necesitamos ofrecer escaleras de capacitación para gente que pueda responder a la demanda creciente", dijo Nightingale.

Los defensores de estas trabajadoras también reclaman un aumento del salario mínimo y un plan de licencias por maternidad pago a nivel nacional, de modo que las asistentas puedan tomarse el tiempo necesario para cuidar de un hijo enfermo o recuperarse después de un parto.

Ivanka Trump, asesora del presidente, ha propuesto que se les ofrezcan licencias pagas a trabajadores de bajos ingresos a través del sistema de seguro de desempleo del país, pero la idea no ha logrado tracción en el Congreso.

Actualidad Laboral / Con información de La Nación