Es graduado en Administración de Negocios, en la Universidad William Paterson, en New Jersey (EE UU) y tiene 20 años dedicado a la actividad inmobiliaria. Se trata de Aquiles Martini, actual Presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, y es que ser gremialista forma parte importante de su desarrollo como empresario, “yo creo que en la unión está la fuerza”.

A su regreso a Venezuela, luego de culminar los estudios, estuvo un tiempo trabajando en la empresa privada, pero a partir del año 93 comenzó su camino en el campo inmobiliario. Junto a tres socios, creó Corporación Lógica (Logística y Gerencia Inmobiliaria, C.A.), dedicada al desarrollo de este sector. Aunque tiene en su historia unos cuantos proyectos de viviendas nuevas, una de las actividades que cuenta con mayor satisfacción fue convertir un grupo de edificios en propiedad horizontal y vendérselos a los mismos inquilinos, a bajo costo “nosotros le hicimos realidad a más de 5 mil personas, bajo esta modalidad, tener su vivienda hoy en día”.

No ha sido un camino lleno de flores, según confiesa, ha tenido unos cuantos tropiezos pero, al parecer, la clave está en saber buscar otras vías para recuperarse y crecer. No hay tiempo para lamentos “Si bien es cierto hay muchísimas trabas, cuando haces el balance y tu dices ‘le hice posible tener vivienda propia a esta cantidad de venezolanos’ esa es tu recompensa, de sentirte bien, acostarte bien”, expresó Martini.

“Ser empresario, hoy en día en Venezuela, es un riesgo, pero un riesgo duro”, así expresó su preocupación por la actividad privada en el país. Y ello coincide con la mayoría de los empresarios, cuando hablan de la inseguridad jurídica “tu no sabes si mañana aparece alguien y te expropia, o te toma un terreno, no sabes lo que va a pasar”, explicó.

Es un conversador nato y agradable al trato. Eso le ha permitido adaptarse fácil al contacto permanente con los periodistas, como dirigente gremial. Pero también –o tal vez en primer término- con las autoridades. Ha participado en las comisiones de la Asamblea Nacional, exponiendo la opinión de sus colegas, durante la redacción de algunas leyes que hoy regulan el sector; así mismo se ha sentado en la misma mesa con el actual Ministro de Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina, a quien también ha dejado claro cuál es su opinión sobre lo que, desde el ejecutivo, dicen de los privados: “el empresario inmobiliario no son los capitales golondrinas aquí nosotros dejamos cemento, cabillas, trabajo, riquezas, yo no puedo agarrar el edificio que hago y metérmelo en el bolsillo e irme”.

Amiguero, serenatero y tuitero

Más de 11 mil 800 seguidores confirman su pasión por el tuiter, espacio donde también se expresa sin temor, pero siempre con respeto. Así lo describe en su perfil de esa red social, “una sociedad que vive bajo las constantes amenazas de sus gobernantes, no es viable en el tiempo”.

Sorprende este empresario cuando se confiesa serenatero. Con picardía comenta que en su juventud  llevar serenatas era una manera de enamorar, “no hay nada que guste más a una muchacha que un serenatero, aquel que tiene una guitarra, ese seguro es el que se la come, porque es el más chévere de la partida”, revive el momento. Pero no se atribuye el don de cantante, más bien era quien llevaba los instrumentos.

Y seguramente desde esa época conserva grandes amigos, entre ellos incluye uno de sus socios John Machado, a quien la inseguridad se llevó a principios de este año y a quien recuerda con orgullo, en cada momento de la conversación. “Soy muy amiguero, tengo amigos de todos los días y de toda la vida”, pero al final no hace diferencia entre unos y otros, en cuanto a respeto y lealtad.

Siempre en Venezuela

Aunque estudió fuera del país, por un préstamo estudiantil de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, nunca dudó en regresar a Venezuela. Dijo que el amor por la patria lo aprendió de su padre, “el ejemplo que nos dio era servir al país, de la manera que uno pudiera, él la tomó a través de la parte pública, de los tribunales, del servicio público (…) la Patria en el buen sentido de la palabra, es esa oportunidad de aportar al país de donde uno es”, y así, según dijo, se lo ha transmitido a sus 3 hijos “nosotros debemos entregarle a cambio todo lo que Venezuela nos ha dado, ya sea de manera gremial, empresarial, de manera pública”.

Actualidad Laboral/ASS