17-11-2017
Las estadísticas oficiales hablan de un 3% de paro en Suiza. Todo hace indicar que este bajo nivel de desempleo es friccional, es decir, se produce por una falta de acoplamiento momentáneo entre la oferta y demanda de trabajo (personas que abandonan su empleo para buscar otro mejor y que necesitan tiempo para cambiar de compañía o aceptar otra oferta). Bajo este marco, las empresas en Suiza están buscando con avidez trabajadores cualificados para ocupar unas vacantes que se perpetúan.

Todos los indicadores evidencian que el mercado laboral funciona como un reloj suizo, nunca mejor dicho. La tasa de empleo es de un 80%, de las más elevadas de Europa. Esta tasa es mejor indicador que la tasa de paro porque considera a la vez la población potencialmente activa (entre 15 y 64 años según Eurostat), analizando así a la vez la tasa de actividad (que es la población que está dispuesta a trabajar en una economía), y la propia tasa de paro. El resultado de este indicador muestra una realidad mucho más ajustada del mercado laboral y en Suiza la realidad es que este mercado está funcionando.

Se buscan empleados cualificados

Tal es la situación, que el banco suizo Credit Suisse ha realizado un informe en el que analiza estrategias para combatir la escasez de trabajadores cualificados en Suiza en las pequeñas y medianas empresas. La situación preocupa al tejido empresarial del país, sobre todo a medida que la transición demográfica continúe agudizando la escasez de mano de obra en las próximas décadas.

También la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha alertado en su ultima revisión de la economía Suiza que "la creciente demanda de trabajadores de elevada cualificación ha sido cubierta en parte por la inmigración, facilitada por acuerdos con la Unión Europea. Pero a medida que la digitalización y la globalización incrementan la demanda de estos empleos y la inmigración se reduce, la escasez es probable que se incremente".

Este informe de la OCDE destaca que la tasa de vacantes se ha incrementado en los últimos años. También el número de vacantes en términos absolutos se encuentra en máximos desde 2011. Según Eurostat, en el segundo trimestre de 2017 en Suiza hubo 60.000 puestos que no se cubrieron. Una vacante de empleo es un puesto (recién creado, desocupado o a punto de quedar vacío) en el que el empleador busca de forma activa un candidato con las habilidades adecuadas para que ocupe dicho lugar.

Un problema grave para algunos sectores

"La falta de personal cualificado continúa siendo un problema para Suiza. La tasa de vacantes se ha incrementado sobre todo en sectores como el de la comunicación e información de las tecnologías y el de las finanzas. La escasez de ingenieros se está prolongando", sostiene el informe de la OCDE.

Desde Credit Suisse creen que el problema es más grave de lo que parece y cifran en 90.000 empresas las que no consiguen cubrir los puestos que necesitan. Mientras que atraer capital humano del exterior parece la opción preferida entre las empresas suizas, formar a los propios empleados y dotarles de las habilidades necesarias para la nueva economía puede ser una vía clave para resolver este problema.

El devenir de la oferta de trabajo (personas dispuestas a trabajar) va a estar marcado por dos tendencias que van a predominar sobre el resto: el envejecimiento de la población y la digitalización. "La población en edad de trabajar se va a estancar en las próximas décadas por razones demográficas. La vasta generación del baby boom va a comenzar a retirarse en los próximos cinco años", explican desde el banco suizo.

Según los datos de Credit Suisse, en 2015 unos 88.000 suizos alcanzaron su edad de jubilación, mientras que para 2030 esa cifra podría aumentar más de un 40% para el 2030: "Una cantidad cada vez mayor de trabajadores poco y muy cualificados van a necesitar sustitutos en los próximos años".

Desde Credit Suisse creen que la búsqueda de los perfiles adecuados fuera de Suiza puede ser una solución, mientras que la formación interna en la empresa para que los trabajadores adquieran las habilidades demandas también debe cobrar protagonismo.

La receta de la OCDE además de aconsejar las dos estrategias anteriores, también propone incentivar y ayudar a los trabajadores a retrasar la edad de jubilación. De esta forma se suaviza la escasez de mano de obra a la par que supone un alivio fiscal que podría facilitar la sostenibilidad de las pensiones.

Actualidad Laboral / Con información de El Economista