16-10-2018

Miles de palestinos protestaron en Ramala contra la Ley de Seguridad Social, que comenzará a aplicarse el próximo mes e implica la retención de una parte del salario de los trabajadores para destinarlo a un fondo público.


Trabajadores procedentes de todo el territorio palestino ocupado de Cisjordania se concentraron en la urbe palestina para reclamar la modificación de varios artículos de la legislación, aprobada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en 2016, y sobre todo el que determina que un porcentaje del sueldo de los empleados sea retenido para invertirlo en una cuenta de la seguridad social.


Los manifestantes pidieron la dimisión del ministro palestino de Trabajo, Mamun Abú Shahla, reclamaron una modificación profunda de la ley y pidieron que la retención de los salarios no sea obligatoria.


"Esta ley no nos ayuda como empleados", declaró a Efe Mahmud Abú Baker, uno de los congregados en la manifestación, mientras que Reema Amleh, organizador de la protesta, dijo que "el movimiento contra la ley continuará hasta que obtengamos lo que se quiere".


A preguntas de Efe el ministro Shahla consideró "que la gente necesita entender muy bien la ley antes de salir a protestar", añadió estar dispuesto a modificar la regulación y se mostró abierto a reunirse con los representantes del movimiento de protesta para encontrar soluciones.


Según Ahmad Shami, portavoz de la oficina del primer ministro palestino, Rami Hamdala, "la Ley de Seguridad Social pretende cumplir con los estándares de la legislación laboral internacional", y se trata una normativa "muy importante en el proceso de construcción del Estado de Palestina".


Para el analista palestino Abud Hamayel, la norma pretende crear toda una infraestructura de prestación de servicios y ayudas que la ANP está desarrollando, "pero la población no se fía de la institución y hay incertidumbre sobre su viabilidad como estructura estatal a largo plazo ante la realidad de la ocupación israelí".


En esta situación, añade Hamayel, "la mayoría de trabajadores prefieren mantenerse en el sistema antiguo y no confían en que el nuevo sistema de la ANP pueda aguantar para entregarles alguna prestación en el futuro, cuando queden en el paro o se jubilen".


Actualidad Laboral / Con información de La Vanguardia