“Venezuela es mi país, es lo que yo quiero, Venezuela es todo”, con esa frase se refiere Salomón Cohén a la tierra a la que llegó en 1930, procedente de Jerusalén cuando apenas tenía tres años de nacido.
Este empresario de 87 años de edad es el fundador de la empresa que rompió el esquema de los centros comerciales en Venezuela y que ha levantado alrededor de 150 edificios para viviendas y emblemáticos edificios corporativos desde la década de los 60. También ha desarrollado una cadena de lujosos hoteles
boutique con establecimientos en seis ciudades del territorio nacional: Constructora Sambil.
A lo largo de medio siglo, el trabajo de Salomón Cohén se ha traducido en obras que no sólo han atendido una parte de la demanda nacional de apartamentos y oficinas, sino que también han cambiado el aspecto de Caracas y han incrementado la oferta de establecimientos comerciales y de esparcimiento en las principales ciudades del país. “Uno trabaja pensando en Venezuela, pero sin pensar que uno está haciendo algo distinto a los demás ni nada, uno de repente se da cuenta que está metido en un proyecto que tiene que hacerlo, tiene que trabajarlo y tiene que dar lo que pueda para ese proyecto”, expresa Cohén desde su despacho al que asiste diariamente.
La marca Sambil actualmente es referencia dentro y fuera del país. Ya existen proyectos con esta firma en países como República Dominicana, España y Curazao, todos independientes. “He llegado a este sitio a fuerza de trabajar y a fuerza de hacer cosas”, dice Cohén quien destaca que la constancia ha sido fundamental en el desarrollo de esta empresa y de sus obras.
Salomón Cohén egresó como ingeniero civil de la Universidad Central de Venezuela en 1951. Sostiene que su carrera profesional la ha dedicado exclusivamente a la construcción, un sector en el que se sigue viendo muchas oportunidades a pesar de las adversidades económicas. “Hay dificultades, pero éste es un país muy bueno, muy bueno, tú puedes construir y fíjate tú, los que construyen son los que van a triunfar. Si tú sigues construyendo, si tú sigues en la profesión a ti no te puede ir mal”, dice.
La justicia y la honestidad son dos valores que este empresario defiende como requisitos fundamentales en el desarrollo de toda carrera u organización. “No se puede avanzar en el trabajo atropellando a nadie, uno tiene que avanzar con sus propios medios y sin molestar a nadie”, dice Cohén.
El fundador de Constructora Sambil dice estar satisfecho de su relación con los trabajadores de la empresa. Destaca que el capital humano tiene gran valor y que en la organización a la que representa se ha preocupado por atender siempre sus necesidades, más allá de lo económico. “Cada empleado tiene sus problemas y sus inquietudes con el trabajo, y los que trabajan conmigo siempre tienen la facilidad de acercarse a mi, la puerta está abierta para hablar y la forma es mantener una relación muy buena con los empleados”, sostiene.
También con en su relación con el recurso humano impera la honestidad y la justicia. “Si tú aplicas la justicia en el trabajo y la honestidad, eso hace que el trabajador se sienta mas agradecido y eso tienes siempre que aplicarlo, no tienes que pensar en la parte económica, sino siempre en que tú estas tratando con un ser humano y que es un ser humano que necesita que lo atiendan bien”, sostiene.
Constructora Sambil es una empresa familiar, ya se están incorporando miembros de la tercera generación. Los seis hijos de Salomón Cohén se desempeñan activamente en la organización. “Ahorita son los que manejan todo, y ellos siguen los pasos que yo di”, sostiene el fundador de esta empresa.
Uno de los secretos del éxito de esta organización, ha sido la inversión y la actividad constante, independientemente de las características del entorno. “Se invierte toda la rentabilidad. Hay que invertir todo porque sino tú te quedas atrás, si tú no inviertes lo que ganas, te quedas atrás, entonces siempre hay que ir, adelante, hay que invertir todo lo que tú tienes”, destaca Cohén.
Luego de más de medio siglo de gestión empresarial, Salomón Cohén afirma estar “muy satisfecho y tranquilo”. Aunque su marca ya se ha ubicado en otros países, desde el punto de vista personal éstos no son sus planes, “Me quedo aquí para siempre”, asegura.
Actualidad Laboral/JM