Con frecuencia aparecen en la literatura especializada comentarios acerca la influencia de las nuevas tecnologías en el mercado de trabajo, dónde se observa un desplazamiento en las ocupaciones tradicionales, desempeñadas por operarios, sustituidos progresivamente por mecanismos robotizados, ello ha ejercido un fuerte impacto en tareas desempeñadas por trabajadores en la industria pesada. Así, la cadena absorbe cada vez menos manos de obra y esta es sustituida por circuitos controlados desde una central operada por personal capacitado para ello.

En la actualidad, los servicios, están sometidos a cambios profundos, por ejemplo el mundo de las transferencias financieras, las cuales al utilizar la tecnología de punta, le permitió  a la banca en pocos años reordenar los modelos de atención al público, favoreciendo el uso de puntos de venta, tarjetas de crédito o débito, cajeros automáticos, entre otros, que han permitido diversas formas de atención al pùblico, disminuyendo la atención directa al cliente, el cual realiza múltiples operaciones desde su teléfono móvil o computadora.

Todo ello incrementa la eficiencia y productividad, ahorrando tiempo al cliente, sin embargo estos resultados van asociados a la calidad de los sistemas, sistemas que en nuestro caso, van asociados a los servicios públicos cuya calidad es clave para que todo opere. Así la disponibilidad de las redes de comunicación, que facilitan la operación de todo el sistema, en especial la inalámbrica, base de los móviles y el internet, pierde eficiencia si se ve afectada, tal como ocurre con frecuencia por el deterioro observado en las fallas asociadas al suministro eléctrico o en la entidad pública responsable por las comunicaciones, base de toda la red y cuyas fallas afectan al sistema en su totalidad.

Ello conduce con frecuencia a las dificultades para establecer la comunicación por internet, lentitud en la conexión, lo que obliga a varios intentos, y si por casualidad uno se encuentra fuera de la cobertura habitual, al trasladarse al interior de la República, las operaciones se complican, ante la falta de puntos de venta, o la inoperancia de los cajeros automáticos, consecuencia de la falta de mantenimiento, lo que obliga a desplazarse con dinero en efectivo, y que dada la inseguridad reinante se convierte en un riesgo adicional.

De allí la importancia de corregir el problema derivado de la escasez de divisas para el sector, lo cual ha impedido el mantenimiento adecuado de las instalaciones y la renovación de equipos a fin de ajustarse a los cambios tecnológicos, en un sector vital para las comunicaciones y la vida económica y social del país.

Además se hace cada vez más importante intervenir en los cambios necesarios para lograr una educación de calidad que permita a las nuevas generaciones, integrarse a un mundo que se transforma aceleradamente, dónde la incorporación al mercado de trabajo estará relacionada con la preparación de la fuerza de trabajo a responder a los nuevos requerimientos, basados en la capacidad de dominar la nuevas tecnologías, no solo en la industria sino en los servicios, jóvenes que deben ser capacitados para insertarse en puestos de trabajo, dónde los requerimientos de conocimiento y experiencia van asociados a los cambios tecnológicos.

Maritza Izaguirre / Sociólogo