21-06-2018
La orden ejecutiva que el presidente Trump firmó el miércoles dice que los funcionarios continuarán procesando penalmente a todas las personas que crucen la frontera de manera ilegal, pero deberán localizar o construir instalaciones donde las familias permanezcan unidas.

El presidente Donald Trump cedió a una enorme presión política el miércoles y firmó una orden ejecutiva que acaba con la práctica de separar a las familias de migrantes que cruzan de manera ilegal hacia Estados Unidos. Las personas seguirán siendo detenidas pero se permitirá que padres e hijos permanezcan juntos durante tiempo indefinido en los centros de reclusión.

“Vamos a tener fronteras fuertes y muy fuertes, pero vamos a mantener unidas a las familias”, dijo Trump mientras firmaba la orden en la Oficina Oval. “No me gustaba ver a las familias separadas ni los sentimientos que eso provoca”.

La orden dice que los funcionarios continuarán enjuiciando penalmente a todos los que cruzan la frontera ilegalmente, pero deberán localizar o construir instalaciones que puedan mantener juntas a las familias, padres e hijos, en lugar de separarlos mientras sus casos legales son examinados por los tribunales.

La orden ejecutiva de Trump le ordena a los abogados del gobierno que soliciten la modificación de un decreto de 1997, conocido como el Acuerdo Flores, que actualmente le prohíbe al gobierno federal mantener a los niños en detención migratoria —incluso si están con sus padres— durante más de veinte días.

 

Pero no queda claro si el tribunal aceptará esa solicitud. De lo contrario, es probable que el mandatario se enfrente a un desafío legal por parte de los activistas de inmigración en nombre de las familias que están detenidas en instalaciones improvisadas.

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Las historias de los niños separados de sus padres y las imágenes de adolescentes en instalaciones de detención con jaulas han detonado una crisis política total para Trump y los legisladores republicanos, quienes están desesperados por responder a los críticos que han calificado la medida como “inhumana” y “malvada”.

Trump se ha negado durante semanas a poner fin a la política de “tolerancia cero” de su gobierno, que ha causado la separación de más de 2300 niños de sus padres, bajo el argumento de que la alternativa sería abrir a la fuerza las fronteras del país y permitir a los inmigrantes cruzar la frontera de manera ilegal para permanecer en Estados Unidos.

No obstante, el presidente, furioso por los ataques que ha recibido en los últimos días, ha estado reflexionado sobre una salida a la crisis, afirman personas que conocen de cerca su forma de pensar. Los funcionarios de Seguridad Nacional prepararon la orden ejecutiva que fue diseñada para acabar con las separaciones familiares.

Flanqueado por el vicepresidente Mike Pence y Kirstjen Nielsen, la secretaria de Seguridad Nacional, Trump prometió no ceder en el enjuiciamiento a personas que trataban de ingresar ilegalmente a los Estados Unidos.

“Mantendremos una frontera muy poderosa y continúa la tolerancia cero”, dijo Trump. “Tenemos tolerancia cero para las personas que ingresan ilegalmente a nuestro país”.

Y agregó: “La frontera sigue igual de difícil, pero queremos mantener unidas a las familias”.

El decreto mantendría juntas a las familias, aunque no queda claro cómo Trump planea hacer uso de la autoridad legal con el fin de superar las limitaciones legales para el tratamiento adecuado de los niños bajo la custodia del gobierno; eso impidió que el presidente Barack Obama recluyera juntas a las familias durante la ola de inmigración ilegal de hace dos años.

Además, el mandatario podría enfrentar rápidamente otro desafío legal de su autoridad ejecutiva, de la misma forma en que él mismo atacó a Obama por abusar del poder de su cargo con una orden ejecutiva migratoria en 2014.

Si bien las acciones de Trump parecen ser insuficientes ante el clamor para terminar con la política de “tolerancia cero”, sería un paso atrás notable para un presidente que firmemente se ha negado a disculparse en casi cualquier otro contexto. También sería una demostración del poder político de las imágenes de niños inmigrantes para cambiar la opinión pública.

Personas cercanas al presidente afirman que él sigue convencido de que sus políticas migratorias son apropiadas y necesarias. Sin embargo, se dice que Trump está cada vez más frustrado por las críticas que recibe y consciente de que está atrapado en el debate legal que su gobierno ha desatado.

Algunos asistentes indican que Trump es consciente de que sus acciones podrían quedar atascadas en batallas legales que tardarían años en resolverse. Sin embargo, el presidente y sus aliados creen que tomar acciones presiona a los demócratas al eliminar las críticas de que Trump está separando a los niños de sus padres.

Actualidad Laboral / Con información de The New York Times