El ahorro es fundamental para el futuro. Sus beneficios son, a menudo, subestimados pero con el tiempo, son innegables. Además de que ayuda a mejorar la organización de los gastos, permite alcanzar las metas propuestas; y, al ver estos resultados positivos, aumenta la motivación para seguirlo haciendo. A largo plazo, mejora la calidad de vida de las familias y permite apalancar los ingresos para futuras inversiones.
“Promover una cultura del ahorro tiene una connotación valiosa en el progreso de la sociedad, ya que es fácilmente convertible en otro tipo de activos que apalancan el desarrollo, como educación, vivienda o creación de empresas”, afirma al respecto Diego Prieto, presidente del Banco Caja Social. Desde el banco se han establecido 10 trucos que ayudarán a cualquier persona a convertirse en un ahorrador:
1- Conoce cuánto ganas y cuánto gastas
Lo que no se mide es muy difícil de controlar. Por esta razón, es importante medir a qué dedica sus ingresos en realidad. Puede ser que, al sumar todos los gastos mensuales, tanto los más grandes como los más pequeños, te sorprendas de cuánto gastas en tonterías.
2- Aprende a gastar
Diariamente, somos víctimas de una cultura del consumo que nos pone siempre al filo de nuestra capacidad, solo para adquirir caprichos o cosas lujosas. Antes de sucumbir a estas tentaciones es necesario reflexionar y preguntarse: ¿puedo vivir sin esto? ¿qué beneficio a largo plazo me genera esto? Luego, podrás mirar con mayor objetividad esos costosos gastos como son los generados por golosinas entre comidas, el cigarrillo, el café, los taxis, las promociones, entre otros.
3- Defina metas iniciales de ahorro
El ahorro debe cumplir objetivos concretos. En un comienzo, se recomienda cumplir metas pequeñas que demuestren el poder del ahorro, y te permitan cambiar la manera de pensar frente a los gastos. Así, la primera meta podría ser: “en lugar de comprar ese café en la mañana, en dos semanas con ese dinero compraré…”.
4- Comparta objetivos
De nada sirve que los líderes de una familia o de cualquier grupo hablen de ahorro, si no comparten metas y compromisos con todos sus miembros. Crear compromisos hace incluso más estimulante el proceso pues, de forma colectiva comenzarán a buscar cómo recortar gastos para mejorar la distribución del ingreso.
5- Detecte y cancele fuentes de gastos
Analiza tus hábitos de consumo y rompe paradigmas. Es posible mantener un estilo de vida sano y cómodo reduciendo gastos en planes de internet, en uso de marcas, incluso, en la forma de desplazarse. Por ejemplo, al compartir el auto con familiares y vecinos, al menos una vez por semana, reducirá los gastos de estacionamiento, gasolina, mantenimiento. ¿Qué tal si logras compartirlo dos veces a la semana, o tres?
6- Consolida deudas
A muchas personas se les va el sueldo pagando créditos, de cosas que ya quedaron en el pasado; otras tienen tantas tarjetas y créditos que no saben, en realidad, a dónde fue a parar su mesada. Según Diego Prieto, “usted puede vender su cartera a otra entidad que cobre una menor tasa de interés, y así la nueva cuota será más baja. Lo interesante está en ahorrar la diferencia entre la cuota antigua y la nueva, suponiendo que el pago se efectúa por el valor anterior.
7- Cumplido el paso anterior, cancela tarjetas y escoge la que otorgue mayores beneficios
Para definir qué tarjeta te conviene, analiza características tales como cuota de manejo e intereses. La que cobre menos cuota y que tenga los intereses más bajos, será la más saludable para tu economía.
8- Establece un presupuesto anual que incluya un ahorro programado
Al combatir los gastos innecesarios y ajustar las deudas, tendrás una economía más sana, que permitirá poner el ahorro entre las prioridades, y no entre las opciones. El Banco Caja Social, por ejemplo, permite conocer el estado de tu salud financiera y a partir de allí, acompañarte para que aprendas a realizar un presupuesto y administrar de manera eficiente tu dinero.
9- Establece planes de gastos
Definir los gastos que puedes realizar aumentará el control, y el conocimiento de tu estilo de vida y permitirá el uso responsable de los ingresos. “Para esto existen opciones sencillas, como hacer la lista del mercado y comprar lo que en realidad se necesita, en lugar de caer en la tentación de adquirir algo solo porque está en promoción.
10- Aproveche las tecnologías disponibles
Nada mejor que usar soluciones como hojas de cálculo y aplicaciones o macros, para organizar presupuestos y planes de pago para tener una visibilidad de sus ingresos, de sus gastos y lo más importante, de sus ahorros. También, aprovecha la banca digital y los pagos electrónicos para conocer con precisión tus gastos.
Un uso menor de efectivo conduce a un ahorro natural. Pagar mediante aplicaciones te ayuda, incluso, a llevar las cuentas de tus ingresos y tus gastos. Hoy en día, casi todo lo que se genere en forma electrónica es gratis. Además, dejas de correr el riesgo de perder el efectivo si por alguna eventualidad botas la billetera o te la roban.
Actualidad Laboral / Con información de Portafolio