Estamos a escasos días de culminar el año 2022, y como es costumbre en estas fechas, llega el momento de hacer el balance del año, ya sea en materia económica, de salud, personal y en nuestro caso: en materia laboral. Trataremos de realizar este balance desde las situaciones más relevantes ocurridas en el año.


Iniciando 2022, se produjo un incremento del salario mínimo nacional, lo que era una aspiración de todos los trabajadores, tomando en cuenta que para ese momento estaba en Bs. 7,00 y pasó a ser Bs. 130,00 mensuales, lo que representó un incremento de 1,857%, pasando de US$ 1,65 a US$ 30,64 (Tipo de cambio B.C.V.); sin embargo, la realidad cambiaria del país ha deteriorado de forma significativa el poder adquisitivo de los trabajadores, siendo que para la fecha que escribimos este balance, el salario mínimo se mantiene en igual cantidad en bolívares pero equivale a US$ 7,84 mensuales.


Suficientes análisis de expertos economistas podemos ubicar para tratar de entender la situación cambiaria pero muy pocos los que reflejan el verdadero impacto en el salario de los trabajadores. Esta situación vale decir, no se presenta en todos los sectores económicos, ya que el sector privado de los empleadores, en mayor medida, han entendido que ante esta situación se deben hacer esfuerzos para que los trabajadores puedan prestar sus servicios, ser productivos y mantener su nivel de vida, han de percibir salarios que superen el antiguo marcador: salario mínimo


También durante el primer trimestre del año, se conoció que la Comisión de Encuesta de la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.) visitaría el país luego de 20 años sin dialogo alguno, lo cual levantó muchas expectativas entre el sector de los trabajadores y el sector privado; sin embargo, a la fecha y luego de una primera evaluación del informe de la comisión, los acuerdos logrados en abril, no se observan cumplidos, básicamente en lo que respecta a los Convenios 26 (fijación del salario mínimo), 87 (libertad sindical y derecho a asociación) y 144 (consulta tripartita). Se espera por una nueva visita de la Comisión de Encuesta de la O.I.T para principios de 2023.


En materia de convenciones colectivas del sector privado, durante el segundo semestre de este año, se han reanudado de forma tímida, dependiendo del sector donde se encuentre la organización, notándose particular énfasis en sectores como consumo masivo, alimentos y productos esenciales. En el sector público, la aplicación del instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRE), generó un mayor ambiente de conflictividad en materia de salarios e incumplimiento de los acuerdos de la Comisión de Encuesta de la O.I.T, tomando en cuenta el desconocimiento por parte del Gobierno del Convenio 87.


La situación en materia judicial ha tenido nuevamente cierta actividad, tomando en cuenta que durante este periodo se han producido algunas sentencias que abarcan el pago en moneda extranjera, teniendo presente que hasta hace poco la posibilidad de una condenatoria con pago en moneda extranjera era sumamente remota; sin embargo, aun no podemos sostener que exista un criterio único en este tema.


En resumen, el año 2022 que está por concluir no presenta, en nuestra opinión, un balance positivo en materia laboral, tomando en cuenta elementos como los anteriores que pudiesen permitir una mejor evaluación de la situación laboral tanto de las entidades de trabajo como de los trabajadores. Toca esperar un mejor año 2023 y que se inicien progresos en materia legislativa, económica y en el incremento de las condiciones de vida de los trabajadores para que la entidades de trabajo puedan contar con un personal motivado que permita lograr mayor productividad, en la medida de lo posible.


Wilmer O. Barrios Escauriza / Abogado Especialista Laboral en Juan Carlos Varela & Asociados- Littler Mendelson


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