Hablar en público no es una tarea sencilla. Bien sea en una sala llena de desconocidos o en una pequeña oficina con compañeros de trabajo, hablar claro, demostrar confianza y seguridad es una habilidad que pocos tienen, pero que todos necesitamos.


Para que mejorar a mejorar presentaciones en público, hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones para enfrentar a alguna audiencia importante:


Preparar el tema


Saber de qué estás hablando es el primer paso para una buena presentación. Y no hace falta ser una eminencia, simplemente debes estar seguro de tus conocimientos para poder transmitirlos de manera efectiva. Adicional al tema que debes exponer, piensa en qué historia quieres contar. Piensa en ejemplos e intenta llegar a tu punto a través de esas experiencias vividas que puedas tener en común con tu audiencia.


Conocer a la audiencia


Saber a quién le hablas te dará la pauta de cómo hacerlo. Por ejemplo, debes saber qué tan empapado de tu tema está tu público, si tu charla será introductoria, o qué tantos conocimientos previos puedan tener. También es necesario saber ciertas características, como edad, nivel educacional, preferencias, entre otras características de tu audiencia para poder acercarte mejor y generar mayor empatía.


orador

Organizarse


Estructura tu charla con una introducción en la que menciones los temas a tratar, identifica los puntos que recorrerás, y cierra con conclusiones que permitan a la audiencia seguirse cuestionando sobre tu tema más allá de tu charla. Intenta memorizar la introducción y practícala varias veces, para que los nervios no te traicionen al romper el hielo, y luego deja que la charla marque el ritmo de tu intervención.


Dejar espacio para la improvisación


Si te sientes lo suficientemente confiado, no utilices presentaciones de PowerPoint. En muchas ocasiones, el afán de leer los titulares proyectados te hará perder el hilo conductor y lo que es peor aún, puede que aquello en lo que hayas pensado ahondar no sea del interés de tu audiencia, por lo que no podrás omitirlo al estar estático en la pantalla.


Modular la voz


Si no quieres que tu público se duerma mientras les hablas, debes trabajar la modulación de la voz. Pronunciar la letra “m” con la boca cerrada tratando de controlar el sonido desde el abdomen es solo uno de los tantos ejercicios que debes aprender para alcanzar a manejar los tonos de tu voz.


Hablar en público no es una tarea sencilla y requiere de mucha práctica para alcanzar la perfección, pero es una habilidad que con la técnica adecuada y la práctica constante pueden lograrse.


Actualidad Laboral / Con información de El Tiempo