Los errores son desagradables y pueden resultar vergonzosos. Si se reconocen y se manejan de manera oportuna, pueden convertirse en una buena fuente de aprendizaje y experiencia. ¿Cuáles son los errores de liderazgo más comunes y cómo se pueden corregir casi de inmediato?
1- Ser demasiado escueto con la retroalimentación
No proporcionar retroalimentación adecuada, y dejar a un equipo adivinando es uno de los errores más comunes que puede cometer un líder de equipo. Especialmente al comienzo de su trayectoria, cuando carece de experiencia y comprensión, de lo que debería estar haciendo.
Proporcionar a un equipo retroalimentación oportuna, eficiente y regular es una tarea importante para un líder. Requiere mucho tiempo, esfuerzo y conocimientos especiales. Sin ella, un equipo no puede saber en qué dirección debe moverse, y a qué logros debe aspirar.
Solución: Aprovechar cada oportunidad para obtener retroalimentación de un equipo, puede servir como un buen ejemplo de lo que esperan los miembros de un equipo de su líder. Esto no solo es una buena oportunidad para aprender, sino también una técnica sólida de construcción de equipos.
2- Ser un rezagado en tecnología
Los cambios constantes en el mundo, exigen cambios constantes en los negocios. Esto es especialmente cierto en la industria tecnológica, donde los cambios constantes y continuos son una necesidad. Los líderes que se niegan a innovar, solo perjudican la productividad y el potencial de sus equipos. No hay escapatoria al progreso, por lo que es mejor ir a la par; o incluso, mantenerte delante de él, tanto como te sea posible.
Solución: Seguir aprendiendo. Para todo profesional, es importante conocer a fondo la industria en la que opera. El desarrollo continuo y constante permite a los profesionales, comprender todos los detalles y ver el papel importante, de las innovaciones en el éxito de cualquier negocio. También les permite comprender qué actualizaciones, deben implementarse en sus procesos para seguir siendo eficientes.
3- Ser amigo de todos
Ser gerente no debe verse como una batalla. Pero tampoco es un paseo en el parque con tus amigos.
Solución: Recuerda que primero y ante todo eres un líder, un gerente y no el amigo de todos. Mantén una actitud amigable y sé accesible, pero no exageres con la familiaridad. Aquí, todo se trata de equilibrio.
4- Hacerlo todo tú mismo
Negarte a delegar y hacer cada tarea pequeña por ti mismo es tentador. Por un lado, permite a los líderes estar seguros de que se prestará suficiente atención a cada detalle, y que todo se hará como debería y a tiempo.
Por otro lado, es un camino directo hacia el agotamiento completo. Es importante reconocer y corregir este error a tiempo. Cuando la cantidad de tareas diarias se vuelve insoportable, es hora de empezar a delegar.
Solución: Amplía tu equipo con personas que compartan tu visión y enfoque de la comunicación en equipo. Asegúrate de que todos sepan a dónde van, y qué se necesita para lograr sus objetivos empresariales. Establece una comunicación constante, y mantén a todos actualizados para mantener el rumbo.
5- Mantener tus cartas demasiado cerradas
Todo el equipo necesita saber a dónde va. Esto es cierto en cualquier situación: un líder que juega sus cartas de manera hermética y no comparte nada con su equipo, solo daña su credibilidad y confianza.
Solución: Junto con la delegación, incluye a tu equipo en las sesiones de lluvia de ideas, y comparte cada detalle de información que necesitan para seguir siendo productivos. No exageres; conoce lo que se puede compartir y cuándo.
Cuando te encuentres con un error, no te asustes ni te deprimas. Errar es humano. Recuerda mantener la calma y ser un buen líder para tu equipo.
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Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur