El gobierno alemán admitió este lunes, que no espera que en los próximos meses se produzca un reactivación sostenida de su economía. Tras analizar los indicadores macroeconómicos más recientes, y como resumen de la situación dominante, en la principal potencia económica europea. "En el segundo trimestre se estancó la economía alemana, tras el desarrollo ligeramente en recesión, del semestre invernal 2022-2023"; recordó el Ministerio de Economía, en su habitual informe mensual sobre la situación de la coyuntura económica.

"Mientras que el consumo privado, tendría que haber tenido una consecuencia estabilizadora; las condiciones económicas externas, aún débiles, frenaron el avance de la producción y las exportaciones. Los indicadores adelantados actuales aún no apuntan, a una reactivación económica sostenida en los próximos meses", concluye el Ministerio.

El informe alude en este sentido, tanto a los índices que muestran la situación de los encargos de las empresas. Como también, el sentimiento de los empresarios respecto a la evolución esperada de la economía alemana.



Tras la recesión técnica registrada por la economía alemana durante los meses de invierno; "la recuperación económica, generalmente esperada, tampoco se materializó a principios del verano. A nivel interno, la cautelosa reactivación esperada del consumo privado, los servicios y el desarrollo de la inversión; están mostrando los primeros rayos de esperanza. Que, probablemente, se fortalecerán a lo largo del año"; espera el Ministerio alemán.

En el informe se admite que, la demanda externa para los productos alemanes es aún débil. Y pesan "las incertidumbres geopolíticas persistentes, las tasas persistentemente altas de aumento de precios. Y los efectos cada vez más perceptibles del endurecimiento monetario (que), están frenando una recuperación económica más sostenida".

El Producto Interior Bruto (PIB) alemán se redujo en un 0,4% durante el último trimestre de 2022; y en un 0,1% en el primero de 2023. El pasado 28 de julio el indicador adelantado del PIB del segundo trimestre, mostró un estancamiento; y habrá que esperar al 25 de agosto próximo, para conocer el dato final de ese índice.

El documento recuerda que la producción industrial de junio, cayó significativamente en tasa intermensual (-1,3%). Y que fue la industria del automóvil y la de la construcción, las que registraron caídas más pronunciadas.

Las tensiones inflacionistas confirmaron en julio la tendencia a la baja, con un índice del 6,2 %, frente al 6,4 % que se registró en junio. La inflación subyacente se redujo un 0,3% hasta situarse en el 5,5%; aunque en los alimentos, se mantuvo una subida aún elevada, del 11 %.

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Actualidad Laboral / Con información de Infobae