25-08-2023
Alemania ha salido de la recesión técnica por estrecho margen. Gracias a que su producto interior bruto (PIB) se estancó en el segundo trimestre de este año, después de los dos trimestres invernales de caída consecutiva. Con todo, la locomotora alemana continúa renqueante, con resultados inferiores a los grandes vecinos de la eurozona, por lo que preocupación persiste. El PIB de la primera economía de Europa registró crecimiento cero entre abril y junio, según los datos definitivos publicados este viernes por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
En los dos trimestres anteriores, la economía germana había registrado contracciones, del 0,1% en el primer trimestre de este año, y del 0,4% en el último del 2022; con los datos corregidos de precios y variaciones estacionales. “Tras ligeros descensos en los dos trimestres anteriores, la economía alemana se estabilizó en la primavera”, afirmó Ruth Brand, presidenta de Destatis, en un comunicado.
Sin embargo, la producción industrial es aún débil (creció solo un 0,1% en el trimestre). Y el lento crecimiento global provocó una caída del 1,1% en las exportaciones alemanas; tradicional ariete de la economía de este país. El descenso de la demanda extranjera –una de las causas principales de esta situación, según un portavoz del Ministerio de Economía-; se notó sobre todo por parte de China, el principal cliente exterior de Alemania.
Entre las causas
También la confianza empresarial alemana continuó menguando en agosto por cuarto mes consecutivo; como indicó también este viernes el índice del instituto económico Ifo, que se sitúa ahora en 85,7, tras el dato de 87,4 en julio. La valoración del contexto actual cayó a su nivel más bajo desde agosto del 2020, con expectativas cada vez más pesimistas por parte de las empresas. “La economía alemana aún no está fuera de peligro”, dijo en una nota el presidente del Ifo, Clemens Fuest.
En efecto, también el Bundesbank, el banco central germano, había alertado en su boletín mensual de agosto, publicado a inicios de esta semana; de que la economía de Alemania atraviesa “una fase de debilidad”. E indicó que “se espera que la producción económica se estanque, más o menos en el tercer trimestre”. Por otra parte, el índice de directores de compras (PMI) ha registrado retrocesos significativos en julio y agosto, lo que sugiere, según la agencia Afp; que se avecina una nueva caída del PIB alemán durante el trimestre de verano.
Índice del instituto económico Ifo
Así las cosas, el ministro de Economía, el verde Robert Habeck, insistió en la necesidad de inversiones, uno de los lemas de su partido. Porque, pese a haber dejado atrás la recesión técnica –es decir, dos trimestres consecutivos de caída del PIB-; la economía alemana podría igualmente, terminar el año en números rojos, en el furgón de cola de los países de la eurozona. Los principales institutos económicos alemanes pronostican para el conjunto del año 2023, una caída del PIB de entre el 0,2 y el 0,4%. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima para Alemania un descenso del crecimiento del 0,3% al final del año.
Un dato positivo es el ligero incremento del gasto de los consumidores, que subió un 0,1% tras dos descensos trimestrales consecutivos; según precisó la oficina Destatis. Esto se debe a que el mercado laboral alemán se mantiene sólido y ha habido aumentos salariales; además de que la inflación tiende a la baja, aun manteniéndose elevada (6,5% en julio).
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Actualidad Laboral / Con información de La Vanguardia