La forma de buscar empleo cambia constantemente. Todo va muy rápido, y al igual que sucede en otras parcelas de la vida, unas tendencias vienen y otras desaparecen. Si estás buscando un nuevo trabajo y tienes desactualizado tu perfil de LinkedIn o no tienes en cuenta qué es lo que más se valora, estarás tirando el tiempo y el esfuerzo a la basura.


¿Cómo dar con la tecla que te haga ser el elegido o, al menos, llegar al proceso de entrevistas? Donna Svei, consultora de recursos humanos de larga trayectoria, ha expuesto en un artículo publicado en Fast & Company cuáles son las 'red flags' que más alertan a los reclutadores de talento. Y no, no aparece el hecho de mentir o inflar demasiado algunos elementos de tu currículum, sino aspectos más concretos que dicen mucho de quién hay al otro lado postulándose para entrar a trabajar.


Solo teletrabajo


Más del 85% de las ofertas de trabajo en LinkedIn son híbridas o completamente teletrabajo. Y, aunque parezcan muchas, en realidad hay un pequeño porcentaje que se escapa y en el que los empleadores valoran la presencialidad. Por ello, no hagas referencia a tus preferencias en este tema, simplemente menciona que te adaptas a todas las posibilidades.


No titular bien tus otras funciones


LinkedIn es, al fin y al cabo, la versión pública de tu currículum. Por lo tanto, es fundamental que lo edites con claridad y sencillez para que entre por la vista y se sepa con un simple vistazo todo lo que has hecho hasta el momento. "Recomiendo que los que solicitan un empleo comiencen poniendo en primer lugar su título de trabajo deseado, mostrando la experiencia que tienen en el campo y agregando siempre algo de intriga", asevera Svei.


No dar tanta importancia a las habilidades


Sí, tus títulos lucen bien grandes, al igual que la experiencia. Pero... ¿Qué sucede con las habilidades? Aunque muchas veces se toma como el espacio de relleno del currículum, con frases típicas del estilo "buen trabajo en equipo", en realidad hay que prestar especial importancia a definir cuáles son tus puntos fuertes a la hora de trabajar. No anotes solo estas frases, sino haz una demostración de algún logro que conseguiste gracias a ellas. Ah, y por supuesto no olvides pedir a antiguos jefes o compañeros que respalden que las tienes, una función muy útil y atractiva en esta red social.


No mostrar interés


Sé participativo posteando contenidos y realizando comentarios en las publicaciones de los demás. Tienes que mostrar que estás al tanto de cualquier oportunidad y que no quieres quedarte atrás. Pero tampoco te pases, pues al final ser demasiado pesado también suele espantar. La clave está en que cada interacción sea interesante y demuestre lo muy apto que eres para cambiar de empleo o empezar en una nueva empresa. Usa los hashtags para hacer saber a todo el mundo que buscas trabajo de manera apremiante, si es el caso.


Poner datos inconsistentes


Como en cualquier currículum, debe haber una coherencia temporal entre los distintos empleos. Y, sobre todo, con tu currículum vitae. "Me aseguro que mis clientes tengan un currículum y un perfil de LinkedIn similar", recalca Svei. "Lo más apropiado es mostrarse como empleado en el perfil y desempleado en el currículum, ya que el algoritmo de LinkedIn perjudica a los que están en paro en sus resultados de búsqueda. A menudo, aconsejo mostrar que trabajas actualmente, aunque sea en la última empresa en la que has estado". Obviamente luego, si llegas a la entrevista, deberás decir la verdad.


Actualidad Laboral / Con información de El Confidencial