Armar la lonchera no sólo implica colocar en el recipiente uno o varios alimentos para consumirlos fuera de casa. Es un proceso que requiere atención y cuidado para que ésta no sólo se ajuste al gusto de quien la consume, sino que además sea balanceada y garantice que los alimentos que se ingieren no tendrán efectos negativos sobre la persona.
El reto es mayor cuando se trata de elaborar una lonchera para cada día, y más aún, cuando debe prepararse una para más de uno de los integrantes de la familia con edades, gustos y necesidades diferentes.
Orientar a las madres, amas de casa y trabajadores para lograrlo es uno los objetivos de Cocina Segura, un emprendimiento con impacto social que busca proporcionar de manera sencilla información sobre las prácticas para lograr la adecuada manipulación y el consumo seguro de los alimentos.
Mariángel Paolini, fundó esta iniciativa en 2011. En ese momento descubrió la oportunidad de poner a disposición de las madres y amas de casa sus conocimientos como química con una especialización en Ciencias de los Alimentos. “Generalmente los químicos están muy concentrados en lo que hacen en su laboratorio. Cuando abres la puerta de ese laboratorio y te das cuentas que lo te tú haces tiene un impacto sobre la vida la salud de otras personas afuera, tú dices ¿Cómo es que yo no comparto todo esto?, señala.
Es así como empieza a compartir su conocimiento a través artículos publicados en su propio blog y a través de las redes sociales. Los temas de su orientación se ampliaron a medida que surgían preguntas y dudas de los lectores y usuarios.
El blog se convirtió en una plataforma: www.cocinasegura.com y lo que fue un proyecto ahora es un programa que incluye talleres que se dictan en todo el país.
El programa atiende a las personas que demandan orientación en función de sus necesidades. Lonchera Segura y Cocina Segura, son sólo dos de las actividades que comprende. Educa para que desde el hogar, el colegio y el trabajo se logre un consumo consciente de los alimentos y se adquieran mejores prácticas que contribuyan al bienestar de las persona, de la familia y de la comunidad.
El impacto social de esta iniciativa también se logra a través de las oportunidades que brinda a emprendedores de distintas ciudades del país. “Yo no genero empleo pero si genero oportunidades de ingresos, porque cuando hay una mamá interesada en el tema y hace alianzas con el programa y se quiere incorporar, eso es una mamá que aprende a organizar el evento que aprende a hacer el relacionamiento con proveedores, a hacer alianzas estratégicas”, explica Paolini.
La expansión del programa está en desarrollo, ya ofrece talleres en línea y trabaja para posicionarse en otros países como una herramientas para lograr un manejo seguro de los alimentos y un consumo responsable de los mismos.