10-11-2017
La Comisión Europea cree que ha llegado el momento de lanzar las campanas al vuelo y anunciar que la recuperación económica ha alcanzado una velocidad de crucero que ha de permitir que sus efectos sean percibidos por los ciudadanos, entre otras cosas, favoreciendo una subida de salarios. «Tras cinco años de recuperación moderada, el crecimiento europeo se ha acelerado ahora», dijo ayer el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.
«Por ello -continuó- creemos que hay buenas noticias en muchos frentes: se crean más puestos de trabajo, aumentan las inversiones y se consolidan las finanzas públicas. Subsisten dificultades tales como niveles de endeudamiento elevados e incrementos salariales moderados. Ahora es necesario un esfuerzo decidido de los Estados miembros para garantizar que dure esta expansión y que sus resultados se repartan equitativamente. Por otra parte, son necesarias la convergencia estructural y la consolidación de la zona del euro para hacerla más resistente ante futuras crisis y convertirla en un verdadero motor de prosperidad compartida».
Economía más dinámica
Esa euforia pasa por aumentar cinco décimas la previsión de dinamismo económico para la eurozona, que se espera que aumente este año un 2,2%, lo que será el mayor incremento en la última década. Sin dejar de crecer, se calcula que la velocidad disminuirá a medio plazo y los índices serán del 2,1% en 2018 y el 1,9% en 2019. En el conjunto de la UE (todavía contando con el Reino Unido) la Comisión también ha incrementado sus previsiones hasta el 2,3% desde el 1,9% que había proyectado en mayo. En 2018 el crecimiento se espera que sea del 2,1% en 2018 y del 1,9% en 2019.
En general, Moscovici ha insistido en que la economía europea se ha comportado este año «significativamente mejor que lo esperado», impulsada sobre todo por el consumo interior, el crecimiento global y la caída del desempleo.
No obstante, Bruselas apunta que los salarios están creciendo a un ritmo lento a pesar de que están mejorando los mercados laborales de todos los países del bloque. De hecho, esta contención de los salarios se considera uno de los factores que hacen que la recuperación sea aún «incompleta» aunque han pasado ya 18 trimestres ininterrumpidos de cifras de crecimiento. «A pesar de las buenas noticias, debemos subrayar que esta recuperación sigue siendo más leve que aquellas después de otras recesiones. Un indicador clave es el todavía lento crecimiento de los salarios, que reflejan parcialmente un incremento lento de la productividad».
En el lado de las buenas noticias, Moscovici señaló el hecho de que «empieza a notarse» la reacción de los inversores, que han estado retraídos durante los últimos años, a la espera de que se consolidara el panorama económico europeo «en parte también gracias a los efectos del plan Juncker» para incentivarlo.
Los riesgos que podrían afectar ahora a la economía europea se consideran más o menos «equilibrados» y son sobre todo factores externos, como las tensiones geopolíticas, como un conflicto en Corea del Norte, el empeoramiento inesperado de las condiciones financieras globales, que se produjese un ajuste de la política económica de China por su recalentamiento o el aumento de las políticas proteccionistas alentadas desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Tambien hay que tener en cuenta la incertidumbre que pesa aún sobre el resultado de las negociaciones con el Reino Unido para su salida de la UE que son un factor clave para todos.
Primera entre los grandes
Los países grandes van a estar cerca de la media de crecimiento, encabezados por España que sigue siendo el más dinámico con un 3,1%. Alemania tendrá un crecimiento del 2%, según los cálculos de la Comisión mientras que Francia crecerá un 1,6% e Italia un 1,5%. Malta (5,6%), Irlanda (4,7%) y Eslovenia (4,7%), Estonia (4,4%) y Letonia (4,2%) son los países con un mayor índice de crecimiento este año. Portugal, recién salido del programa de rescate y gobernado por una coalición nominalmente de izquierdas estará en un 2,6%. Grecia, con todo el peso de la crisis, crecerá este año por primera vez en mucho tiempo a un 1,6% y se espera que el año que viene lo haga ya a un vigoroso 2,5%. Incluso se prevé que en los próximos tres años este país reduzca un diez por ciento el índice de deuda pública/PIB y pase del 180% actual al 170% en 2019. Fuera de la Eurozona, Rumanía (5,6%), República Checa (4,3%) y Bulgaria (3,9%) son los países con mayor expansión económica.
Se espera que España sea a final de este año el único país donde aún no es seguro que se alcance -por muy poco- el límite de déficit público del 3%. Francia pasará este año por debajo del límite fatídico, pero la Comisión tiene dudas sobre lo que puede pasar el ejercicio próximo.
Actualidad Laboral / Con información de ABC