La pandemia afectó sobre todo a los jóvenes, que en el mercado laboral fueron los últimos en entrar y los primeros en salir. Desde la COVID-19, las tasas de desempleo juvenil siguen siendo 3,5 veces superiores a las de los adultos y todavía estamos recuperando el déficit de empleo.


Casi 65 millones de jóvenes en todo el mundo están desempleados, y muchos jóvenes al comienzo de su vida laboral se han visto afectados por la pandemia.


Abordar el desempleo juvenil requiere un enfoque creativo multifacético que fomente el espíritu emprendedor, incentive la mejora de habilidades y recompense los comportamientos positivos, dice Omar Bawa cofundador y COO de Goodwall.


Forjando jóvenes emprendedores


Apoyar el espíritu emprendedor tiene un efecto dominó. “Mostrando a los jóvenes que son capaces de crear empleos para sí mismos y medios de subsistencia para otras personas a través del espíritu emprendedor, puedes cambiar el mundo”, afirma Asheesh Advani, CEO de la organización juvenil sin fines de lucro JA Worldwide.


“Si llegas a los jóvenes en el momento de su vida en que están decidiendo quiénes son y quiénes pueden llegar a ser, es increíblemente impactante”.


Recompensar la educación y la mejora de habilidades


Según la Unesco, todavía menos del 38 % de los jóvenes se benefician de una educación superior. Para la mayoría de los jóvenes, especialmente en las economías en desarrollo, existen costos de oportunidad, ya que muchos tienen que priorizar poner comida sobre la mesa a expensas de la educación superior.


Esto plantea la pregunta: ¿cómo podemos crear incentivos equitativos que permitan a los jóvenes de todos los estratos sociales aprender y reforzar sus habilidades?


Las becas son la forma tradicional de incentivar la educación, ya sea como dinero que recibes para invertir en tu capacitación o como recompensa para los estudiantes al completar su capacitación (es decir, una microbeca inversa).


Incentivar el trabajo de impacto para los jóvenes


Nuestro planeta está en crisis. Podría movilizar a jóvenes de todo el mundo para que tomen medidas climáticas importantes a cambio de incentivos. Piensa en ello como un ingreso básico universal a cambio de contribuciones sociales positivas.


Recientemente, en Goodwall realizaron un experimento: reciclar botellas de PET, tomar una foto para demostrarlo y recibir dinero por ello. En pocos días, la campaña batió récords de miles de kilos de basura recogidos y playas limpiadas, y lo que es más importante, los participantes perfeccionaron habilidades como el trabajo en equipo y la conciencia ambiental, al tiempo que inspiraban a sus comunidades.


Ahora están explorando la posibilidad de ampliar esta iniciativa junto con empresas como Circle, aprovechando sus monederos programables para automatizar micropagos por acciones de impacto incentivadas y completadas.


“Cada vez está más claro que las personas solo podrán prosperar si podemos crear un planeta más equitativo. Utilizar tecnología de código abierto para apoyar comportamientos climáticos positivos es una victoria para nuestro planeta, lo que representa un paso importante hacia una sociedad preparada para el futuro”, afirma Sanja Kon, vicepresidenta para Europa de Circle.


Actualidad Laboral / Con información de Revista EyN