Como empresario en el cambiante y competitivo mundo en el que vivimos a día de hoy, es probable que necesites escanear y procesar información social de forma rutinaria con el fin de destacar entre tus competidores y seguir siendo relevante. Sin embargo, cuando necesitas comparar constantemente tus oportunidades y ventajas con las de otros empresarios, resulta fácil sentir emociones incómodas, como puede ser el caso de la envidia, cuando no sales demasiado bien parado en estas comparaciones.


La envidia empresarial es un sentimiento que aflora en respuesta al éxito de otro empresario o a la superioridad percibida. Por norma general, solemos pensar que la envidia empresarial es perjudicial para el éxito de los empresarios. Después de todo, la envidia puede disminuir la capacidad de una persona para generar nuevas ideas y dar lugar a que se rinda más fácilmente. Sin embargo, este sentimiento también puede convertirse en una fuerza positiva para los empresarios.


Envidia benigna vs. envidia maliciosa


Los estudios han demostrado que la envidia puede manifestarse de dos formas diferentes: una dolorosa y hostil (envidia maliciosa) y otra dolorosa pero productiva (envidia benigna). Aunque las dos formas reflejan unos sentimientos de inferioridad y frustración, cada una de ellas promueve unos impulsos motivacionales distintos: la envidia maliciosa motiva la mala voluntad o, peor aún, un comportamiento destructivo dirigido hacia el objetivo envidiado, mientras que la envidia benigna motiva el deseo de mejorar la posición relativa de uno.


Cuando esta se presenta de forma maliciosa, la envidia empresarial suele ser perjudicial debido a que puede hacer que los empresarios centren su atención y energías en el empresario envidiado a expensas de la empresa. Sin embargo, cuando la envidia se presenta en su faceta benigna, esta puede servir como una valiosa fuerza motivadora que puede ayudar a los empresarios a desarrollar nuevas ideas, capitalizar nuevas oportunidades y trabajar duro para asegurar el éxito de sus emprendimientos.


A continuación te presentamos tres consejos que pueden ayudarte a superar la envidia empresarial maliciosa así como a canalizar potencialmente esos sentimientos con el fin de que puedan ayudarte a alcanzar el éxito.




  • Comprender los éxitos y fracasos de los demás


Cuando ves a otros empresarios haciendo las cosas bien, seguramente pienses que tienen tanta suerte que casi nunca, si es que alguna vez les pasa, tienen mala suerte. Sin embargo, este tipo de pensamiento alimenta la envidia maliciosa. Y, a menudo no es más que una ilusión. La gente suele publicitar sus éxitos y ocultar sus fracasos. Teniendo esto en cuenta, si ves a otros empresarios haciéndolo bien, no dudes que solo estás viendo una parte de la historia.


Comprender que estos empresarios también sufren fracasos como tú puede ayudarte a reducir los sentimientos de envidia maliciosa. Por ejemplo, en un estudio que analizó la envidia entre varios empresarios, cuando los empresarios reconocían abiertamente tanto sus éxitos como sus fracasos (en comparación con solo los éxitos) durante sus presentaciones, los compañeros que observaban a los empresarios eran menos propensos a sentir envidia maliciosa y, en cambio, aseguraban disfrutar de una mayor motivación para mejorar sus propios negocios.




  • Reflexionar sobre tus propios éxitos


Una de las razones por las que la envidia maliciosa es tan dañina es porque te roba el control percibido de la situación, haciéndote creer que no hay absolutamente nada que puedas hacer para mejorarla. Sin embargo, es posible combatir estos sentimientos reflexionando sobre tus logros y éxitos pasados. Los estudios han demostrado que las personas que tienen una visión positiva de su propia competencia y habilidades son más propensas a intentar aprender de las personas a las que envidian. En lo que respecta a la envidia empresarial, reflexionar sobre tus propias fortalezas y logros puede proporcionarte el impulso de confianza que necesitas para sentirte lo suficientemente seguro como para aprender, y quizás incluso buscar consejo, del empresario al que envidias.




  • Buscar ayuda


Fomentar una relación e incluso colaborar con el empresario al que envidias puede ser de gran ayuda. Las investigaciones demuestran que es mucho más probable que canalices tu envidia de forma que esta te motive mejorar cuando veas al objetivo envidiado de manera favorable (digno de confianza, útil, etc.). Esto se debe a que cuando ves a la persona que envidias como un amigo, en lugar de como un enemigo, sueles ser más consciente de las consecuencias de tus acciones. Si no es posible establecer una relación con un empresario al que envidias, puedes intentar encontrar lo bueno en lo que hacen. Esto podría significar centrarte en cómo contribuyen a la comunidad, cómo tratan a sus empleados de manera justa, o cómo proporcionan un servicio importante a los clientes. Lo que sea necesario para mejorar tus sentimientos positivos y tu buena voluntad hacia ellos.


La envidia empresarial puede ser una bendición mixta para los empresarios: la envidia benigna puede facilitar el éxito empresarial, mientras que la envidia maliciosa puede acabar con este. La clave está en comprender la verdadera naturaleza de los éxitos de los demás, reconocer los éxitos propios y construir relaciones positivas de forma activa.


Actualidad Laboral / Con información de Ihodl