En un mundo empresarial cada vez más competitivo y dinámico, las empresas se enfrentan a un desafío crucial, a la hora de contratar nuevos profesionales. El debate consiste en apostar por profesionales con experiencia, y conocimientos adquiridos en otras organizaciones; en algunos casos en otros sectores. O enfocarse en la promoción interna, brindando oportunidades de crecimiento a los propios empleados.

“A medida que las empresas de todos los tamaños y sectores, buscan asegurar su éxito y continuidad; surge la disyuntiva entre fichajes externos y promoción interna. Sobre si confiar y apostar por las habilidades internas, y el potencial de los propios empleados. O si deben buscar talento externo, para inyectar nuevas perspectivas y conocimientos en la organización”, afirma el director comercial corporativo de Nexian, Víctor Espinosa.

La clave está en analizar las necesidades específicas de la empresa y el puesto vacante; antes de determinar el enfoque de contratación más adecuado. “Es importante tener en cuenta que no existe una única respuesta correcta. La elección entre promoción interna y fichaje externo, dependerá de la situación específica y las necesidades de la empresa”, destaca Espinosa.

Ante esta situación, Nexian ha analizado los beneficios y desafíos de cada enfoque. Seleccionando las mejores prácticas corporativas, y las estrategias más efectivas para navegar por este incierto terreno. Estas son sus conclusiones:

1- Analizar la cultura empresarial: Las empresas más competitivas evalúan constantemente su cultura empresarial. Para conocer, en la medida de lo posible, cómo encajaría en la organización un candidato externo, a la hora de mantener la cohesión y el alineamiento con sus valores.

2- Evaluar el coste de tiempo que supone una incorporación externa: Calibrar el coste de tiempo asociado a una contratación externa, y todo lo que implica la búsqueda, selección y proceso de integración; puede ayudar a tomar decisiones informadas, sobre la opción más rentable para la empresa. Además, los fichajes externos necesitarán tiempo para adaptarse a la cultura, y a los procedimientos de la empresa. Mientras que, para los empleados internos, esta transición será más suave.



3- Estudiar el potencial de crecimiento: A la hora de realizar “planes de sucesión”, es importante identificar y desarrollar, candidatos internos para puestos de liderazgo clave; y evaluar objetivamente, su potencial de crecimiento. “Nuestra recomendación es realizar una evaluación objetiva, de las competencias requeridas para el puesto vacante. Y, compararlas con las habilidades y experiencia de los candidatos internos y externos, para tomar una decisión fundamentada”; añade el director comercial corporativo.

4- Transferencia de conocimientos: Un nuevo fichaje con experiencia externa puede aportar conocimientos, y perspectivas frescas a la organización; lo que puede ser beneficioso para impulsar la innovación y el cambio. Otra ventaja de la contratación externa es que esta, puede aportar diversidad de pensamiento y experiencias a la empresa. Enriqueciendo el ambiente de trabajo y fomentando la creatividad y la visión estratégica; que ayudarán a la empresa a mantenerse relevante, en un entorno empresarial cambiante.

5- Retención de talento interno: En el extremo opuesto al punto anterior, es cierto que impulsar la promoción interna puede ser una estrategia efectiva; para retener a los empleados más talentosos y motivados. Demostrando que la empresa valora, y recompensa el crecimiento y el rendimiento.

En definitiva, concluye Víctor Espinosa, director comercial corporativo de Nexian: “en cada decisión de contratación en las empresas, surge el debate entre optar por lo conocido, frente a lo desconocido. Entre elegir estabilidad o riesgo. Mientras se trata de encontrar el equilibrio necesario, para alcanzar el éxito en un mercado altamente competitivo, y en constante evolución”.

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Actualidad Laboral / Con información de Capital Humano