23-08-2017
La afiliación a la Seguridad Social crece a un ritmo muy alto, un 3,6% al año. El dato se queda corto cuando se mide su evolución entre la población extranjera: en julio cotizaban 1.870.397 foráneos, un 7,1% más que en el mismo mes del ejercicio anterior. Durante la crisis sufrieron más el hundimiento laboral; ahora ha vuelto el crecimiento económico y también se benefician más de la creación de empleo. La recuperación del trabajo en este colectivo comenzó a finales de 2014. De media, tienen salarios menores y más temporalidad.
Aquellos que más sufrieron el paro durante la doble recesión, los jóvenes, los inmigrantes o quienes tenían más baja formación, están ahora entre quienes más se benefician de la creación de empleo. En el caso de los extranjeros, esto se observa en los dos indicadores básicos de ocupación: la afiliación a la Seguridad Social y la encuesta de población activa (EPA). Ambas estadísticas reflejan que el crecimiento empleo entre los inmigrantes duplica el del conjunto del mercado laboral.
La misma tónica se muestra en ramas de actividad como la construcción, en la que la afiliación de todo el régimen general sube al 8,7% y entre los inmigrantes lo hace al 16,8%, o en el comercio, un 3,6% frente a un 6,2%, respectivamente. La diferencia se acentúa mucho cuando se realiza un análisis en el régimen de cotización de los autónomos: la afiliación en todo el colectivo aumentaba en julio a un ritmo del 0,8% y entre los extranjeros subía al 7,42%.
Entre las posibles causas que explican esta diferencia se encuentran las propias características del empleo que se está creando. Buena parte de los puestos de trabajo son temporales y con sueldos bajos, es decir, precarios. Y los inmigrantes tienen más peso en estos puestos que en otros. Por ejemplo, los extranjeros ocupan uno de cada cuatro empleos elementales, según la EPA. En cambio, suponen el 11% de toda la mano de obra ocupada.
Por lo que respecta a su sueldo medio, con los datos de 2015, últimos disponibles, la diferencia es sustancial. El salario medio en el conjunto del mercado era de 23.106,3 euros, pero para los que no procedían de la zona euro estaba entre 8.000 y 9.000 euros por debajo.
El repunte de la afiliación entre los extranjeros comenzó más tarde que entre los españoles. Mientras el número de cotizantes con empleo comenzó a crecer anualmente en febrero de 2014 en el conjunto de la Seguridad Social; entre los inmigrantes lo hizo a finales de ese año. Sin embargo, pronto cogió velocidad y durante todo 2016 creció por encima del 4%.
Precisamente, el año pasado fue el primero en el que el saldo entre inmigrantes y emigrantes fue positivo. No era así desde 2009, justo al comienzo de la crisis. Y, excepto Venezuela, los países que encabezaron ese saldo positivo coinciden en varios casos con aquellos que tiene más afiliados: Marruecos, Rumania o Italia.
Actualidad Laboral / Con información de El País