En la comunidad de las Mayas, en la Parroquia Coche del Municipio Libertador del Distrito Capital, dos religiosas dominicas misioneras de la Sagrada Familia, y una ciudadana dedicada a apoyar a quienes habitan en esta zona de la ciudad, iniciaron en febrero de este año un proyecto para formar a mujeres de escasos recursos en costura y confección. La intención no sólo es que se conviertan en emprendedoras y que obtengan una fuente de ingresos segura para mantener a su familia, también es que se desarrollen tomando en cuenta valores como el respeto.

“Descubrir que no soy yo solamente, sino que también son todos los demás, descubrir que está la comunidad, la comunidad en que yo comparto, yo vivo”, afirma la hermana Belén Sánchez Ramos, fundadora del proyecto y la encargada de enseñar el oficio de confección y costura a las mujeres que quieran recibirla y que se comprometan a asistir a las clases que se imparten dos veces a la semana.

Hilvanando vidas con pespuntes de valores es el nombre que lleva este proyecto del que hasta ahora han formado parte 60 emprendedoras. “Son personas que yo valoro muchísimo, porque ellas pueden”, dice la hermana Belén al destacar que uno de los aspectos que fortalecen estas mujeres es su autoestima al descubrir que son capaces de crear, de desarrollarse y de generar ingresos para ellas mismas y para su familia.

“He observado aquí a la mujer muy emprendedora porque cada quien busca vender algo para ayudarse porque eso es vital, sino tienen esta ayuda fuera del sueldo que gane su esposo, pues no podrían subsistir, la creatividad es muy grande y eso les empuja a que puedan superarse”, sostiene la hermana María del Pino León Sánchez, coordinadora del centro de atención en el que se desarrolla este emprendimiento social.

 

Sol Contreras, hermana Belén Sánchez Ramos, hermana María del Pino León

Las personas que son formadas en Hilvanando vidas con pespuntes de valores, si lo desean también reciben capacitación para manejar herramientas tecnológicas. La asociación civil sin fines de lucro Superación Personal a través de la Tecnología (Superatec), es la encargada de dictar esta parte del programa. “Ellas podrían crear su propia microempresa o una cooperativa porque hay asesoría legal”, dice Sol Contreras, miembro de la Asociación Civil Dispensario San Martín de Porres y promotora de este proyecto.

Las clases de costura y confección se imparten en un área del centro de ayuda social en el que también funciona el dispensario San Martín de Porres de Las Mayas. Durante más de cuatro décadas en este espacio se ha brindado atención médica a bajo costo a las personas la comunidad. Actualmente se atienden en promedio a la semana más de 100 personas en distintas especialidades como ginecología, medicina general, pediatría, odontología y análisis de laboratorio. Aquí también se adelanta un programa para insertar en el sistema escolar a los niños que no lo están.

 

Centro San  Martín de Porres - Las Mayas

El aporte social de Hilvanando vidas con pespuntes de valores no sólo es la formación que se imparte a las personas que participan en éste para que tengan una mejor calidad de vida. También ofrece la posibilidad de adquirir prendas de vestir a bajo costo tanto a los habitantes de esta comunidad, como a personas de bajos recursos que provienen de otros sectores y regiones del país.

Esto último se logra a través de un ropero que abre sus puertas al público todos los viernes y que ofrece ropa y calzados usados que han sido donados y que son recuperados tanto por la hermana Belén, como por las emprendedoras, quienes los transforman para sacarles mayor provecho. Parte de esta ropa y objetos que son recibidos en el dispensario son utilizados como materia prima para coser y confeccionar distintas piezas. Por ejemplo, unas cortinas son convertidas en un juego de baño o en un juego para cubrir la licuadora y otros utensilios de la cocina, y una camisa masculina es transformada en un delantal.

 

Ropero que funciona en el Centro San Martín de Porres - Las Mayas

 

Piezas elaboradas a partir de la transformación cortinas usadas

Estas piezas son vendidas en el ropero junto con otras. Una parte del ingreso lo reciben las emprendedoras y la otra parte se destina al funcionamiento del dispensario y al programa de formación.

“El ropero ha sido de gran ayuda para algunos gastos que se nos han presentado en estos tiempos de crisis en los que adquirir los insumos ha resultado bastante difícil, no sólo porque no se consiguen, sino porque son bastante costosos, y mantener por lo menos las consultas económicas, asequibles a las personas que viven acá es un reto para nosotros también. Entonces el ropero se ha convertido en una base”, dice Sol Contreras.

Para lograr recibir donaciones de ropa usada, quienes están al frente de este proyecto recurren a las redes sociales a través de su página en Facebook: A.C. Dispensario San Martín de Porres y Twitter: @sanmartindep; y a solicitudes en instituciones educativas.

También están procurando adquirir máquinas de coser para dictar las clases, incrementar la capacidad de producción de piezas de vestir y la actividad del ropero. En este momento sólo cuentan con una máquina que comparten las emprendedoras, pero requieren al menos una máquina industrial para agilizar el proceso.

Este proyecto social ganó el premio especial “Mujeres Emprendedoras Chevron”, otorgado por esta empresa la edición 2014 del Concurso Ideas.

La idea de quienes están al frente de Hilvanando vidas con pespuntes de valores es lograr formar al menos 100 emprendedoras cada año. “Creo que dentro de dos años, vamos a tener unas buenas empresarias”, sostiene Contreras.

 Actualidad Laboral/Jessica Morales