El Instituto Ifo y el instituto de la Economía Mundial de Kiel (IfW), dos importantes centros de estudios alemanes, pronosticaron que la economía alemana crecerá el año que viene a su mayor tasa desde 2011. El Instituto Ifo elevó, la semana pasada, seis décimas su previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) nacional para el año que viene, hasta el 2.6 %. Mientras que el IfW revisó al alza, en un comunicado, su anterior pronóstico para el próximo ejercicio en tres décimas, hasta el 2.5 %.
El IfW estimó que la mayor economía europea opera "a todo gas”; y el presidente del Ifo, Clemens Fuest, agregó en rueda de prensa en Berlín que "el impulso del año 2017 se va a extender hasta bastante entrado el año 2018".
El centro de Kiel afirmó que el crecimiento está "ampliamente extendido" y, "junto a las exportaciones, el consumo interno también aporta un fuerte impulso" gracias a las "destacadas perspectivas de empleo e ingresos" de los alemanes, animados por un robusto mercado laboral.
Los dos centros de estudios coincidieron también en elevar su previsión, para este año, al 2.3 % y en situar el crecimiento del PIB de 2019 entre el 2.1% y el 2.2 %.
El IfW apuntó además, en referencia al bloqueo político que sufre Berlín desde las elecciones del pasado 24 de septiembre, que "el retraso en la formación de gobierno a nivel federal, no supone ningún riesgo decisivo a nivel económico".
Superávit polémico
A su juicio, lo verdaderamente preocupante son los "superávit en las cuentas públicas", un asunto que el Ifo no enjuicia; aunque sí calcula que el año que viene se situará en los 50.600 millones de euros, aunque esta cantidad podría variar dependiendo de la conformación del Ejecutivo.
El superávit estatal de Alemania alcanzó los 25.700 millones de euros el año pasado, alcanzará los 42.100 millones de euros eZste y se prevé que se eleve hasta los 62.100 millones de euros en 2019, según los cálculos del Ifo. Este centro de estudios también prevé que aumente el superávit por cuenta corriente de Alemania, una cuestión polémica que, pese a los argumentos de Berlín, han criticado la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Estados Unidos, que lo tachan de excesivo.
Actualidad Laboral / Con información de DW