Con la discusión suscitada en la prensa nacional acerca del papel de los organismos multilaterales en el financiamiento del desarrollo, vale la pena aclarar la importancia de los recursos provenientes de dichos organismos en el financiamiento de las diferentes iniciativas identificadas por sus países miembros, como la asistencia técnica destinada a la formulación y diseño de programas y proyectos, que posteriormente podría conducir al acceso bajo la fórmula de préstamo a los recursos disponibles en dichas instituciones.

En sus años iniciales a mediados del siglo pasado, la urgencia de recursos estuvo vinculada principalmente al financiamiento de la infraestructura, de allí el papel de los bancos en la construcción de vías de comunicación, agua potable y alcantarillado, la dotación y equipamiento de la infraestructura social: escuelas, centros de salud, hospitales,  incluyendo aportes importantes a la educación superior y al fortalecimiento de la salud pública. De esta forma contribuyeron además a generar energía para la producción y el bienestar de la población mediante fuertes inversiones en hidroelectricidad. Con el tiempo se mejoró notablemente el análisis de los proyectos al incorporar a su consideración los impactos sociales y ambientales.

El crecimiento y expansión del aparato productivo, condujo a la incursión en el sistema financiero, al ofrecer préstamos a la banca oficial especializada en el apoyo a los productores locales, en sectores prioritarios, tales como la modernización de la agricultura, pesca, ganadería, minería y manufactura, entre otros.

La crisis de la deuda de los años ochenta, obligo a la banca multilateral a coordinar con el Fondo Monetario Internacional, su presencia al apoyar préstamos destinados a las reformas requeridas para reestructurar las golpeadas economías de la región. De allí que se inicia una etapa de vinculación de las operaciones a las reformas institucionales, tales como la seguridad social, los sistemas tributarios, el fortalecimiento del aparato público, la descentralización de servicios, incorporando a los gobiernos regionales y locales, entre otros. Fueron estas concebidas como las reformas estructurales necesarias para restablecer los equilibrios macro económicos.

El resultado de esta coordinación de esfuerzos permitió la implantación de avances institucionales destinados a una mayor eficiencia y eficacia del aparato público. Maximizando el uso de los recursos fiscales, en especial en las fases asociadas, en diversos países, con el alza en los precios internacionales de sus productos de exportación.

Los casos exitosos, sirven de ejemplo para demostrar que si se aplican las medidas correctas, y se mantienen en el tiempo, se facilita el crecimiento y expansión del aparato productivo, generando empleo, disminuyendo la pobreza y permitiendo el surgimiento de los estratos medios, claves para una economía interna basada en una mayor participación, claro ejemplo de la aplicación de medidas de política que al madurar, facilitan crecimiento con inclusión y disminución de la pobreza.

Estas iniciativas al utilizar recursos multilaterales se benefician además de los términos y condiciones de sus préstamos, favorables para el país en comparación con las condiciones de las operaciones comerciales.

De allí la conveniencia de aprovechar con inteligencia la disponibilidad de dichos recursos para financiar la reconstrucción del aparato productivo fuertemente afectado por los desequilibrios macro económicos.

Maritza Izaguirre / Socióloga