Al escuchar las declaraciones oficiales sobre la importancia de reactivar el aparato productivo, en especial el maltrecho sector industrial, llama la atención la poca importancia prestada a la compleja trama de este proceso en el mundo de hoy, en el que los insumos utilizados para la producción de los bienes provienen de unidades ubicadas en diferentes países y cuyos productos se insertan en distintas etapas en las cadenas productivas.
En días recientes, por casualidad conversando con un Director de una ensambladora de vehículos, éste hacía referencia a que años atrás importaban del lugar de origen del producto la mayoría de las piezas, pero que hoy las partes provienen de productores localizados en los cinco continentes, lo que obliga al diseño de estrategias globales, dónde la logística debe traducirse en planes coordinados a fin de mantener niveles adecuados de inventario, con el objeto de cumplir con las metas de producción establecidas y satisfacer la demanda interna.
Por lo tanto, tal como lo refleja la prensa nacional, las complicaciones derivadas de los controles que acompañan a la producción complican el proceso de toma de decisiones relacionadas con la importación de las partes, dificultades que acompañan igualmente al productor nacional de ciertos insumos que tradicionalmente completaban el ensamblaje de la unidad, a fin de colocarla a la venta en el mercado interno.
Además, el proceso debe tomar en cuenta en la programación, la posibilidad de que ocurran contingencias no previstas, muchas de ellas, relacionadas con desastres naturales, circunstancias políticas u otras eventualidades que alteren los cronogramas establecidos en la programación inicial, y que obligan por lo tanto a incorporar en las estrategias elementos destinados a superar la dificultad. De allí la importancia del manejo adecuado de las reservas e inventarios, en especial en aquellas industrias de proceso continuo dónde las interrupciones pueden generar pérdidas adicionales, entre otros, por el daño causado en las instalaciones.
Otro elemento a tomar en cuenta en la logística del abastecimiento se refiere a los medios de transporte, en especial la carga pesada que se mueve en embarcaciones de alto calado, que requiere de canales de navegación adecuados, puertos seguros y alta profesionalidad en su manejo, ya que retrasos en el embarque y desembarque puede causar demora en las entregas programadas.
Otro frente a tomar en cuenta se refiere a la preparación de los recursos humanos para operar la tecnología necesaria para coordinar las tareas. Se dice que la administración de riesgos y la capacidad de anticipar acontecimientos, constituyen la clave para que una empresa logre superar los múltiples incidentes que pueden ocurrir a lo largo del proceso productivo, evitando incumplimientos en las metas establecidas, situación que incide en una pérdida de mercado y en las ganancias previstas.
En nuestro caso, un elemento de gran importancia se refiere al entrenamiento y capacitación tanto del personal obrero como administrativo, piezas clave en la contribución a la realización de las tareas asignadas a fin de alcanzar los objetivos de producción, por lo tanto estas actividades no pueden ser descuidadas para que la unidad productiva marche en la dirección indicada, logrando una mayor eficiencia y eficacia.
Por lo tanto la literatura recomienda la instalación de un sistema de control y monitoreo sobre las unidades involucradas, capaz de dar seguimiento a las tareas. Un ejemplo válido de ese sistema es el papel que juega una torre de control en el tráfico aéreo. El controlador, vigila y coordina la operación de cientos de unidades en vuelo; observa y registra el comportamiento individual, y sigue los diversos indicadores involucrados en la operación, lo cual le permite conducir a las unidades a un destino seguro.
Por lo tanto si queremos competir con base a productividad y eficiencia será necesario revisar la intervención constante del Estado en el aparato productivo y otorgar mayor participación al mercado y a la competencia en las decisiones individuales del productor dadas las condiciones del mercado global.
Maritza Izaguirre / Socióloga