Si quieres ser mas eficiente en el trabajo y mas efectivo en tu vida en general, sigue este ritual del éxito:

Agradece: Lo primero que debes hacer cuando despiertas es agradecer por todo lo que tienes en tu vida. Tu casa, tus hijos, la comida que pones en tu mesa, tu trabajo, las personas que te rodean... Por mas pequeño que te parezca, lo que “Tú” tienes hoy otras personas lo añoran. Colocar tu mente en estado de agradecimiento hará que tus acciones sean inspiradas y por lo tanto den resultados inspiradores.

Desayuna proteína: Cuando desayunas proteína aseguras que tu nivel de azúcar en la sangre sea estable hasta la hora del almuerzo y no interrumpas tu rutina a las 10 de la mañana para buscar algo que comer o tomar. Ahorrarás tiempo y dejaras de comer esas calorías extras que vienen de las meriendas espontaneas.

Haz ejercicio: Una pequeña caminata por el parque antes de ir a trabajar no solo te oxigena el cerebro sino que te hace liberar endorfinas, la hormona de la felicidad. El resultado es que llegarás al trabajo alegre, serás mas eficiente, y estarás mas concentrado, además de sentirte con mucha mas energía para afrontar el día.

Planifica: Antes de empezar a leer tus emails y ponerte a trabajar, siéntate unos minutos a planificar con un lápiz y una hoja de papel. De tu lista de tareas escoge las 3 actividades mas importantes que debes realizar ese día y de esas 3 escoge la mas importante. Empieza por esa. Esto te ayudará a diferenciar lo importante de lo urgente y cuando termine el día te sentirás productivo y no ahogado en trabajo.

Evita el azúcar simple: Cuando quieres que tu día sea largo y productivo, aguanta las ganas de comer dulces y azúcar refinada en el almuerzo pues luego de sentir una inyección de energía momentánea vas inevitablemente a sentirte cansado y con sueño. Es ahí cuando empiezas a fastidiarte del trabajo y quieres ir a casa. Prefiere siempre carbohidratos complejos pues tienen fibra que regulan el nivel de azúcar en la sangre.

Ejemplos de carbohidratos simples: un dulce, el azúcar de mesa o el arroz blanco.

Ejemplos de carbohidratos complejos: la batata, las frutas o el arroz integral.

Estos pequeños cambios son poderosos pues es lo que haces todos los días lo que define tu salud y tu bienestar, no lo que haces de vez en cuando.

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Carolina Blaksley / Coach de Salud

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