01-12-2017
Empleadores aseguran que los inmigrantes trabajan más y se quejan menos que sus contrapartes, blancos anglosajones y de raza negra nacidos en EE.UU., así lo refleja un reciente estudio realizado por un grupo conservador, reportó Newsweek.
El estudio fue publicado en la edición de invierno de
American Affairs Journal, una revista trimestral sobre política pública y pensamiento político. De acuerdo con el estudio, favorecer a los inmigrantes fomenta la discriminación en el lugar de trabajo, en gran medida contra los trabajadores estadounidenses blancos y negros poco calificados.
El informe contrasta con las aseveraciones de grupos de defensa de inmigrantes que afirman: que los inmigrantes, “don’t steal American jobs” (no roban trabajos estadounidenses).
El estudio fue escrito por Amy L. Wax, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Pensilvania, y el conservador analista de políticas públicas Jason Richwine. La investigación examina casi cinco décadas de estadísticas laborales y entrevistas anónimas de empleadores para concluir que existe discriminación contra los trabajadores estadounidenses, aunque tener números exactos es un reto.
“Se considera que los inmigrantes tienen una mejor ética de trabajo y trabajan más duro. Son más diligentes, puntuales, persistentes, confiables, respetuosos y cooperativos”, afirma el informe, citando otros estudios y entrevistas con personas en puestos administrativos.
“Trabajarán muchas horas sin pausas y están dispuestos a operar en condiciones físicamente exigentes, incómodas o peligrosas y realizar tareas aburridas y repetitivas. Los inmigrantes son útiles y leales a sus empleadores. Tienen menos quejas sobre las condiciones de trabajo y actúan usando menos ‘derechos’.
Según el estudio, los hombres inmigrantes tienen tasas altas y consistentes de participación en la fuerza de trabajo a pesar de su educación promedio más baja. Y aquellos sin un diploma de escuela secundaria trabajaron un promedio de 49 semanas a tiempo completo desde el año 2003 hasta el 2015, lo que representa 14 más semanas que los desertores escolares estadounidenses, lo que sugiere que los inmigrantes están alejando a los estadounidenses de la fuerza laboral equiparable, dice el informe.
El documento afirma que los inmigrantes hispanos y asiáticos son favorecidos por encima de cualquier otro grupo étnico.
“Cuando se reconoce esa preferencia, la explicación que se ofrece es que los inmigrantes están dispuestos a aceptar salarios más bajos y por lo tanto cuestan menos que los nativos, o que pasará tiempo para que exijan condiciones de trabajo justas o seguras o para que demanden a su empleador por abusos”, según el informe. “Para una gran cantidad de puestos no calificados y de nivel básico, se prefiere a los inmigrantes recien llegados, especialmente los hispanos. Se los busca con ansias y se los contrata con preferencia porque se les considera mejores trabajadores”.
Para combatir el problema percibido, los autores conservadores del informe sugieren que los legisladores exijan un sistema de inmigración basado en las habilidades o basado en el mérito por el que aboga el presidente Donald Trump.
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