Alrededor de 2.000.000 de negocios se crean en Venezuela anualmente, pero la mayoría de estos no supera los tres años y medio de existencia.
Es una tendencia que ha revelado el Monitor Global del Emprendimiento, GEM, por sus siglas en inglés (
Global Entrepreneurship Monitor). Se trata de un estudio anual de la actividad emprendedora, que se realiza en más de 50 países del mundo desde 1999.
Aramis Rodríguez, Coordinador del Centro de Emprendedores del Instituto de Estudios Superiores en Administración, IESA, destaca que esta tendencia se ha mantenido en el país durante los últimos 10 años. Precisa que esta institución aplicó este estudio en Venezuela desde 2003 hasta 2012, y que el año pasado no pudo adelantarlo por las dificultades que enfrentó para acceder a las divisas requeridas para pagar los derechos del mismo. Sin embargo, desestima que en el último año se haya registrado una variación significativa en esa tendencia.
Rodríguez precisa que “Entre el 18 % y el 20% de los venezolanos mayores de edad están iniciando un nuevo negocio. Todos los años se ve eso…y cuando vemos el porcentaje de emprendimientos que pasan de los tres años y medio es alrededor del 1% ó del 1,5%. Es decir, tienes 20% de personas emprendiendo y a su vez tienes 1,5% de personas con negocios con más de tres años y medio establecidos…. Hay una brecha súper fuerte allí entre los que nacen y los que se mantienen después de los 3,5 años”.
El docente e investigador del IESA, explica que el venezolano tiene una alta motivación a emprender, pero las empresas que crea no tienen un gran potencial de crecimiento, son empresas micro “Y a los cuales tú les dices, mira en los próximos años cuántas personas crees que vas a agregar a tu organización y te dicen, máximo una o dos, a lo sumo”, dice.
Aramis Rodríguez destaca que no sólo esto diferencia los nuevos negocios venezolanos de los de otros países de la región, sino también su poco potencial de exportación y el hecho de ser poco innovadores. “Muy pocos emprendimientos en Venezuela son dados a la innovación ya que la mayoría de los emprendimientos te dicen que nacen empresas o desarrollan empresas que prácticamente hacen lo mismo”, sostiene.
El Coordinador del Centro de Emprendedores del IESA, expresa que: “Quizá esas tres noticias son malas, se oyen pesimistas, pero esto está relacionado con el entorno y el medio donde vivimos. El emprendedor se adapta a su entorno y se va desarrollando igual que su entorno”. Al hacer referencia a algunas de las características de la estructura económica advierte que: “Es más fácil, o los incentivos están más dados a importar que a exportar”.
Rodríguez atribuye el corto tiempo que suelen mantenerse la mayoría de los emprendimientos en Venezuela, no sólo a la estructura macroeconómica, también a la falta de formación adecuada para emprender. Aclara que tener un título universitario no implica que la persona está preparada para iniciar su propio negocio. Sin embargo, destaca que cada vez hay mayor preocupación en las universidades por adelantar programas de apoyo al emprendimiento.
Una característica positiva que ha revelado el Monitor Global del Emprendimiento en cuanto a esta actividad en el país, es que el venezolano tiene una alta motivación a emprender. “El venezolano como tal es muy positivo hacia la idea de emprender. Es decir, ve el tema del emprendimiento como una carrera deseable, una carrera muy buena. Eso en otros países no es tan así, en otros países prefieren todavía graduarse, tener una profesión… y después, si acaso emprender. Incluso antes, en la misma Venezuela la preferencia era primero graduarte y después si quieres monta un negocio propio, ahora no, ahora la tendencia, o la gente ve con buenos ojos el tema de emprender y es por eso que hay muchos emprendedores en Venezuela.
Para evitar el fracaso, y lograr que el negocio perdure, el Profesor del IESA recomienda a los emprendedores, buscar la formación y orientación adecuada, y probar la idea de negocios e irla ajustando si es necesario.
“Muchos de los emprendedores arrancan sin ni siquiera pensar en su modelo de negocio, sin ni siquiera pensar en probar su producto o servicio, sino que invierten un montón de dinero sin probarlo, y después de haber invertido ese montón de dinero, o haber atraído esos recursos para una idea que tienen en la cabeza…es que la ponen a prueba, y cuando la ponen a prueba no resulta y se les hace muy costoso cambiar todo para volverlo a lanzarlo”, dice.
Actualidad Laboral/ JM