Los trabajadores con hijos superan cada día una rutina más exigente que la de aquellos que no poseen descendencia. A las horas remuneradas se suman otras varias que igualmente requieren dedicación, y un esfuerzo físico y mental, para brindar a sus niños de la atención y de los cuidados necesarios. Dependiendo del país en el que residan, unos verán esto como más llevadero que otros.
Debido a las dificultades de la conciliación, la flexibilidad que proporcionen las empresas y desde las administraciones públicas es crucial para los trabajadores con hijos. En algunos casos, estas facilidades pueden incluso marcar la diferencia entre permanecer en el empleo o renunciar.
Para desgranar la situación en los distintos países, Bloomberg realizó recientemente un informe en el que se indica qué países ofrecen unas mejores políticas para ayudar a sus trabajadores con niños pequeños. La investigación se realizó analizando el impacto del marco legal de cada país en la calidad y la asequibilidad del cuidado de los menores.
Los mejores países para trabajar con hijos
De acuerdo con el trabajo de Bloomberg, los cinco países más idóneos para ser un trabajador que compagina su empleo con la crianza de los hijos son Islandia, Estonia, Alemania, Canadá y Nueva Zelanda.
En el caso del país nórdico, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se dedica casi un 1,8% del PIB nacional, en la educación temprana y el cuidado de los niños, porcentaje más elevado que en ningún otro país rico. Además, los padres dedican de media el 5% de sus ingresos en los cuidados.
Frente a los datos de Islandia, que hacen al país un destino adecuado para una crianza asequible, se encuentran otros países como Estados Unidos, donde la situación es mucho menos favorables para estos trabajadores. En el caso de la nación norteamericana, la OCDE muestra que tan solo se dedica el 0,3% del PIB a cuidados y educación temprana, mientras que el porcentaje de ingresos que los padres invierten es de casi el 19%. Con respecto a España, solo el 0,5% del PIB va destinado al cuidado de hijos y a la educación temprana.
Las consecuencias de la falta de ayudas
En muchos de los países en los que, comparados con los 5 antes mencionados, la inversión en niños pequeños es baja, los costes crecientes y falta de opciones para el apoyo en la crianza son factores de peso que contribuyen a unos porcentajes cada vez mayores de padres con agotamiento. En los peores escenarios, esta situación se traduce en la salida del mercado laboral de muchos padres y madres, temporalmente o de forma permanente, especialmente desde la pandemia.
Si bien este problema se da en todos los países, el interés de los gobernantes en ofrecer recursos para aliviar el trabajo que supone la crianza hace que la realidad varíe mucho. Para la economía del país y para las empresas, este tipo de políticas resultan en un mercado laboral menos caótico. Y es que una encuesta de 2019 realizada por el Centro para el Progreso Estadounidense indicaban que los progenitores trabajadores que cuentan con más recursos tenderán más a permanecer no solo en su empleo, sino también dentro del mercado.
En el caso de otro de los países destacados, Canadá, su gobierno se comprometía en 2021 a dedicar 22.000 millones de dólares para disminuir los costes del cuidado y la educación temprana. A su vez, se preparó un estudio en dicho país que indica que, por cada dólar invertido en dichos ámbitos, se produce una devolución de 2,80 dólares a los padres y madres, por la mayor libertad que poseen a la hora de sumarse y permanecer en el mercado laboral.
Los beneficios de las ayudas en las mujeres
Volviendo a Islandia, Bloomberg afirma que uno de los motivos por el que la isla es el país de la OCDE con mayor porcentaje de mujeres participando en el mercado laboral es precisamente el conjunto de políticas de apoyo a los progenitores trabajadores. Esta realidad se traduce en un porcentaje superior al 82% de las mujeres adultas islandesas que cuentan con empleo, de acuerdo con los datos de la OCDE de 2021, que son los más recientes hasta la fecha. La diferencia con otros países es abismal de la OCDE. En el caso de España, las mujeres adultas trabajadoras tan solo son el 53,84% del total.
Además, la mayoría de países más favorables a esta conciliación tienen en común el hecho de que el cuidado y la educación de los niños son muy asequibles y económicos, si no gratuitos. En el caso de otra de las naciones ejemplares en este ámbito, Estonia, todo infante de entre 18 meses y 7 años de edad tiene asegurado un lugar en un organismo de cuidados. Y en Alemania, los niños cuentan igualmente con sus propios sitios durante su etapa de educación primaria. Se trata del programa de cuidados "kita", que no implica ningún coste en algunas ciudades germanas.
El último país de la lista, Nueva Zelanda, cuenta sin embargo con la realidad de que muchos de sus ciudadanos perciben el programa de cuidados como costoso. Entonces, el motivo por el que se sitúa en el 'top 5' se debe a la calidad que Bloomberg reconoce a esos apoyos gubernamentales, pero también a una brecha salarial de género muy baja. De acuerdo con PricewaterhouseCoopers (PwC), esta se sitúa en un 5%, y ello beneficia enormemente a las mujeres trabajadoras con descendencia.
Actualidad Laboral / Con información de El Economista