Panificadora Enpanarte, es una escuela de panadería que en apenas 4 meses de funcionamiento ha logrado 12 mil seguidores en su Instagram, red social a través de la cual dan a conocer sus talleres y los productos que resultan de cada uno de ellos.
Rosalba Jiménez, chef panadero, maestra hojaldrera, es la instructora, la docente, en este emprendimiento y Guillermo Padrón, contador público, es el encargado de la organización administrativa del proyecto.
El inicio de esta idea tiene que ver con la necesidad de generar más ingresos para la familia. Rosalba había estudiado para chef algunos años atrás y “su sazón siempre ha sido muy halagada por la familia, por los amigos porque tiene un talento especial para el tema de la cocina”, dice Guillermo, quien además es su esposo.
“Esto comenzó como algo incipiente, preparamos el garaje de la casa para que ella empezar a explotar la iniciativa y fue algo viral, en muy poco tiempo ella logró 12 mil seguidores en Instagram y nos dijimos vamos a organizar esto un poco porque se nos escapó de las manos, no estábamos preparados para un crecimiento tan abrumador”.
Rosalba explica que aunque es chef de cocina, se decantó por la panadería para su emprendimiento, pues considera que en el país “está mal atendida, hay muchas escuelas de cocina pero hay pocas de panadería, pensé que era una manera sencilla de llegar a la gente, llegar con un producto que lamentablemente escasea y a las personas les agrada hacer algo que puedan compartir en casa, además algo de consumo primario, de consumo prioritario, nuestro pan”.
Enpanarte, es un emprendimiento reciente (el primer taller se realizó el 15 de octubre de 2016) que básicamente es una escuela de panadería y se atienden por encargo ciertas preparaciones. “No tenemos todavía la capacidad para tener un mostrador, pero sí por encargo hacemos pedidos, pero es el segundo plano del proyecto”, señala Guillermo.
La captación de participantes se hace a través del Instagram panificadora_enpanarte. Publican allí los talleres que se van a dictar y pueden recibir hasta 19 personas por cada curso. “El taller es totalmente práctico, cada persona amasa, forma, hornea y al final se lleva todo lo que produce. Hacemos dos preparaciones, una de manera manual para que la persona no necesite tener una amasadora o gran maquinaria en casa para hacerlo y también le enseñamos la manera industrializada, con nuestra amasadora, por si tienen la oportunidad de salir a trabajar sepan operar esta máquina, sepan hacer pan de manera industrializada”.
En este momento Rosalba y Guillermo tienen dos planes para la evolución de Panificadora Enpanarte. Uno tiene que ver con hacer una especie de escuela móvil en la que la profesora pueda trasladarse a diferentes estados del país, alquilar allí un local e impartir el mismo taller que se da en Caracas, de forma que las personas no tengan que venir a la capital, “es más fácil que yo me desplace y ofrecer el servicio”, señala Rosalba.
El otro está orientado hacia un desarrollo web que, según explica Guillermo, es una evolución natural del proyecto y de la mayoría de los emprendimientos. “Me parece que puede ser interesante, a través de internet llegas a cualquier rincón del mundo, creo que vamos a apuntar hacia esa plataforma, tenemos que ir hacia el mundo 2.0. Va a ser un poco más lento, no va a ser de la noche a la mañana, requiere tiempo porque hay que hacer una locación para los videos, también necesita no solo de profesionales de la panadería como Rosalba, sino también expertos en tecnología, personas que den clases de costos, de historia de la panadería, etc”.
Los talleres incluyen los ingredientes que se necesitan para las preparaciones y en este sentido Rosalba explica que “nos tocó vivir un tiempo difícil y hemos aprendido, yo creo que después de este palo de agua debe quedar una gran enseñanza, esta incertidumbre y este desabastecimiento nos ha enseñado a trabajar con las uñas y a crear nuevas recetas, a veces no tenemos azúcar y comenzamos a trabajar y a probar, me ha tocado no tener mantequilla para hacer un pan y con el conocimiento que tengo decir bueno necesito un producto graso y he hecho un pan con aguacate que ha quedado fabulosos sustituyendo la mantequilla por el aguacate”.
“También vamos adaptando recetas globales a nuestra idiosincrasia, por ejemplo el roscón de reyes clásico español debe llevar ralladura de naranja agria, no tenemos naranja agria qué vamos a hacer, vamos a usar mandarina, lo adaptamos, cambiamos un sabor por otro que nos es más familiar y nos agrada más porque es un sabor que conocemos”.
En este momento los talleres que tienen abiertos son: Pan de hamburguesas y perros calientes; Donuts y Berlinesas (bombas), y uno de panes rústicos. El curso de cachitos y pan multicereal ya está agotado. La información de los talleres la pueden encontrar en el Instagram panificadora_enpanarte.