La flexibilidad laboral se está convirtiendo en una de las reclamaciones, más recurrentes de los empleados en los últimos tiempos. Los profesionales desean trabajar donde y cuando quieran, y argumentan que; mientras cumplan con su trabajo y lo hagan a tiempo, el horario y el lugar no deberían importar. Sin embargo, una reciente investigación de la Universidad de Harvard viene a desmentir estas afirmaciones. Ya que, según muestran sus resultados, una jornada convencional de lunes a viernes y de 9AM a 5PM, hace que la mayoría de los trabajadores estén más cómodos y motivados.

EL ESTUDIO

Los investigadores de Harvard realizaron un estudio con casi 2.000 profesionales y estudiantes de Estados Unidos y varios países de Europa; y llegaron a la conclusión de que trabajar en horarios no convencionales, como alrededor de la hora de la cena o en días festivos; reducía la motivación de las personas al desempeñar sus labores, y las hacía sentir incómodas.

¿POR QUÉ?



Los autores de la investigación atribuyen estos resultados, a la fuerza psicológica de las normas sociales. “A pesar de la creciente aceptación de los horarios de trabajo no tradicionales; la sociedad sigue teniendo normas claras, que definen los momentos en que es apropiado trabajar. La jornada de 9AM a 5PM sigue estando fuertemente arraigada en nuestra cultura”, señalan.

De esta forma, el estudio indica que, pese a que a veces la opción de poder configurar el horario de trabajo con flexibilidad, puede ser psicológicamente ventajoso; y permite conciliar mejor con algunos aspectos de la vida personal de los trabajadores: como el cuidado de niños pequeños. Si el desajuste horario con respecto al resto de la sociedad se convierte en costumbre, acaba desmotivando al profesional y repercutiendo en su rendimiento.

CAMBIO DE MENTALIDAD



Sin embargo, el estudio encontró algunas excepciones: aquellas personas que estaban realmente convencidas, de las ventajas de trabajar en horarios no convencionales, sí siguieron motivadas. Esto se debe, señalan los investigadores, a que en general los empleados que trabajan en jornadas no tradicionales; tienden a pensar en lo que podrían haber hecho, de no haber estado desarrollando sus labores profesionales, como acudir a eventos sociales. Pero si la persona sabe que va a invertir mejor su tiempo libre, cuando el resto de la sociedad trabaja, no es tan propensa a desmotivarse.

UNA TENDENCIA QUE VA A MÁS

Ya sea por convencimiento o por necesidad, lo cierto es que cada vez hay más personas que trabajan en horarios no convencionales; según un reciente estudio elaborado por Microsoft. Los de Redmond han descubierto que los usuarios de su software profesional, han enviado un 42% más de mensajes a través de Teams fuera de su jornada laboral en el último año y medio; y alrededor de un 30% de sus propios empleados, tienen picos de trabajo en torno a las 10 de la noche.

Los investigadores de Microsoft no han sabido interpretar esos datos con precisión, y tienen dos teorías contrapuestas para explicarlos: de una parte, que se debe a que los empleados configuran su horario como mejor les conviene, y trabajan después de cenar porque quieren. De otra, que la carga de trabajo excesiva, el aumento de las reuniones y la incapacidad de los profesionales, para separar vida personal y profesional, les obliga a conectarse a deshoras.

Actualidad Laboral / Con información de Xataka