Colombia ha dejado de ser un país atractivo para los extranjeros que llegan a trabajar en diferentes sectores, principalmente el mineroenergético. Este fenómeno es otra consecuencia de la caída de los precios del petróleo, que deprimió la inversión en la exploración y explotación de crudo, y ha dejado sin trabajo a cientos de profesionales que ingresaron al país en los últimos años.
Así lo revela el informe sobre comportamiento del mercado laboral, correspondiente a mayo, elaborado por Fedesarrollo y la Asociación de Gestión Humana de Bogotá y Cundinamarca (Acrip).
El informe indica que esta situación ha comenzado a generar una mayor competencia por las oportunidades laborales a nivel gerencial, en la medida en que la mano de obra extranjera que ha ingresado al país en los últimos años, corresponde, en su mayoría, a profesionales que llegan a ocupar cargos directivos, e incluso a ejecutar proyectos de emprendimiento empresarial.
El estudio reconoce que Colombia ha empezado a cambiar su actitud frente a la mano de obra extranjera, y ha avanzado hacia una mayor liberalidad en el otorgamiento de permisos de inmigración permanente y temporal para personas con altos niveles de calificación.
De acuerdo con los investigadores de Fedesarrollo y Acrip, Colombia se ha caracterizado por ser un país estrictamente de emigrantes. No obstante, en los años más recientes, ha existido una tendencia ascendente en el ingreso de extranjeros al país, como consecuencia de las condiciones macroeconómicas favorables y del auge del sector mineroenergético. Sin embargo, advierten que el país debe prepararse para una reversión de dicha tendencia, dada la fuerte caída del petróleo y sus posibles implicaciones en lo que respecta a inversión extranjera. Aún así, aclaran que “es posible que la inmigración continúe, pero enfocada en otros sectores que tendrán un crecimiento dinámico, y son intensivos en mano de obra, como la construcción de obras civiles”.
De acuerdo con el Banco Mundial, Colombia es uno de los países con menor cantidad de inmigrantes dentro del continente, detrás de Uruguay, Bolivia y Perú. En 2013 Venezuela fue el primer país de origen de las personas que ingresaron a Colombia, con el 35 por ciento. Esto se explica por la reciente inestabilidad política y económica del país vecino. Le siguen Estados Unidos y Ecuador, con 14 y 11 por ciento, respectivamente.
Los expertos en el tema consideran que la llegada de profesionales extranjeros al país, a pesar de competir con la mano de obra colombiana, tiene un aspecto positivo, que consiste en que son contratados para trabajos de alta importancia a nivel de empresa, pues se ocupan como gerentes, presidentes o vicepresidentes. Esto significa que el país utiliza mano de obra calificada, cuya educación ha sido costeada por sus países de origen.
El informe sostiene que la migración global se focaliza en países desarrollados, poniendo de manifiesto que la búsqueda de una mejora en las condiciones laborales y salariales es la principal razón del movimiento entre naciones.
Ventajas y desventajas de la migración
La llegada de mano de obra extranjera a un país tiene ventajas y desventajas. Para las personas que lo hacen el beneficio está en la opción de encontrar trabajo mejor remunera- do. También es posible que haya subempleo y abuso laboral. Los países de origen de los emigrantes se benefician de las remesas y la reducción de la oferta laboral interna, pero también enfrentan fuga de cerebros. En los países de destino existe evidencia de que los inmigrantes pueden fomentar el crecimiento económico y aliviar el envejecimiento de la población, pero puede existir presión a la baja sobre los salarios y competencia para trabajos de baja calificación. “La migración reduce los costos de producción y los precios al consumidor.
Actualidad Laboral / Con información de Portafolio