La gerencia pública tiene como objeto buscar soluciones a los problemas administrativos que afectan la eficacia y eficiencia de los programas gubernamentales asociados a la educación, seguridad personal, la salud pública, infraestructura y vivienda, finanzas públicas, ciencia, tecnología, innovación, inflación, entre otros. Algunos de los escollos que hay que superar y revisar son los modelos económicos que acompañan a la acción pública y la visión del Estado estipulados en los planes de la nación.

La economía y el desarrollo industrial de los países en el siglo XXI tienen su anclaje en la Nueva Economía apoyada en la Gobernanza, la cual se encuentra asociada a conceptos tales como costos de transacción, eficiencia gerencial, responsabilidad social y medioambiente. Desde esta perspectiva, las organizaciones son consideradas como un ente complejo y dinámico donde los directivos juegan un papel muy importante en los procesos gerenciales y de negociación, considerando los elementos tangibles e intangibles dentro de los costos de transacción del intercambio económico y el sistema jurídico que los soporta para prevenir y desalentar el incumplimiento de contratos, tal y como se plantea en el teorema formulado por Ronald Coase.

Un buen gobierno, tal y como lo plantea Elinor Ostrom, Premio Nobel de Economía 2009, debe procurar un sano equilibrio entre el estado, la sociedad civil y el mercado. Esto plantea un cambio de paradigma en las relaciones de poder de dirección pública, requiriendo una aguda, intensa y amplia interacción social con la finalidad última de reducir costos de transacción. La acción colectiva de calle tiene unas potencialidades extraordinarias a la hora de apoyar la ejecución de actividades gerenciales relacionadas con la provisión de servicios públicos y el aseguramiento de la calidad de los mismos, puesto que se fundamenta en la interacción social permanente, la cultura y una visión holística de los fenómenos.

En las organizaciones públicas venezolanas, el día a día está inmerso en la solución de problemas administrativos, técnicos, humanos, informativos, comunicacionales, entre otros, la interacción entre unidades organizacionales es intensa y compleja y la gerencia es impulsada a través de planes de la nación, programas y acciones que son parte de la administración. Los planes de la nación están soportados en bases ideológicas y el Estado venezolano, a través del ejecutivo nacional y los distintos poderes que lo conforman, son responsables de la ejecución de estos planes ninguno de los cuales, vale señalar, ha logrado la inserción de Venezuela en el contexto mundial en términos de mejora de la calidad de vida, bienestar colectivo y acceso a los servicios de su población.

Para la gerencia efectiva y eficiente de organizaciones públicas en tiempos de mucha complejidad e incertidumbre como los que se viven Venezuela, es preciso forjarse un "Estado Inteligente" (Kliksberg, dixit) el cual procure la mejora en la calidad de los servicios a los ciudadanos, el desarrollo humano de la población con visión ecológica y la eliminación de la pobreza.

Teodoro Campos/Doctor en Desarrollo de RRHH (GWU).

@teodorocampos