27-11-2023

Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha defendido en el Parlamento Europeo el papel que debe tener el organismo en la lucha contra el cambio climático, además de analizar la situación en la que se encuentra la inflación en la zona euro. En esta lucha contra la subida descontrolada de los precios, Lagarde reconoce que se ha producido un cambio importante en la dinámica de la inflación: el motor que ahora lo está moviendo no está fuera de las fronteras de la zona euro, sino que es doméstico. Las presiones salariales dentro de la Unión son ahora la fuerza inflacionista que más hay que vigilar.


Lagarde quiere evitar cantar victoria en la lucha contra la inflación, ya que el frenazo que está experimentando el crecimiento inflacionista en los últimos meses "se ha apoyado en lo que llamamos efectos base, particularmente visibles en la parte relacionada con la energía", indica la presidenta. Y en este momento, el impulso lo está dando la inflación doméstica, frente a la externa. "El indicador de inflación doméstica del BCE, que excluye los bienes que tienen un alto contenido relacionado con las importaciones, no ha caído mucho, algo que refleja que la inflación está siendo ahora conducida por las fuentes domésticas, más que por las externas", ha señalado Lagarde.


En este contexto, el incremento de los ingresos por parte de las empresas ha dado el relevo a las negociaciones salariales como el origen de las presiones inflacionistas. "Las presiones de los salarios siguen siendo fuertes", indica Lagarde. "Nuestro análisis actual concluye que esto tiene que ver con los efectos derivados de la inflación pasada, más que por una dinámica de inflación doméstica retroalimentándose", señala. "Al mismo tiempo, la contribución de los ingresos, que fueron buena parte de las presiones de inflación doméstica que hemos visto recientemente, se está debilitando", destaca.


Lagarde espera que "la debilidad de las presiones inflacionistas continúe, a pesar de que se puedan producir repuntes temporales a final de año, derivados del efecto base", señala, al tiempo que avisa de que "la incertidumbre sigue siendo muy elevada a medio plazo".


Actualidad Laboral / Con información de El Economista