Para abordar el tema del empleo, es necesario partir de un marco conceptual que permita posicionar el fenómeno y su importancia en un contexto marco. Lo primero es entender que el trabajo no es solamente un medio para generar los recursos que permitan la mejora de las condiciones materiales individuales y que además contribuya con la construcción económica del país, también permite al sujeto tanto el reconocimiento social como la satisfacción personal a través de su integración a espacios públicos de interacción social.
Dicho eso, pasemos a evaluar algunos indicadores macros del mercado laboral, arrojados por un estudio que llevó adelante la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Simón Bolívar y la Universidad Católica Andrés Bello. Estas tres grandes instituciones diseñaron una investigación de campo sobre las “Condiciones de Vida de la Población Venezolana 2014” conocida por sus siglas ENCOVI y entre los temas investigados obviamente se encuentra el empleo.
Lo primero que se debe decir es que esta fuente independiente arroja un nivel de desocupación similar a la fuente oficial, la Encuesta de Hogares por Muestreo del INE. Según la ENCOVI alrededor del 7% de la población venezolana se declaraba desempleada. Esta coincidencia reitera lo que ya en muchas ocasiones se ha explicado acerca de lo que dice y sobre todo lo que deja de decir el desempleo como indicador del mercado laboral venezolano. Lo primero es que se trata de una medida de equilibrio entre la oferta y la demanda de trabajo y no debemos confundirlo con un indicador de bienestar. Lo segundo, es que el criterio de haber trabajador al menos 1 hora la semana de referencia para determinar la ocupación o no ocupación es un estándar internacional, por lo que se deben evitar las sospechas y sobre todo no obviar el contexto país.
Hecha esta aclaratoria, pasemos a enunciar parte de los hallazgos de esta fuente. Dos de cada 4 jóvenes entre 15 y 24 años buscan empleo sin éxito. El 65% de los jóvenes que buscan empleo dejó sus estudios con 15 o menos años alegando que terminaron los estudios (31%) no quiso seguir estudiando (32%) o tiene que trabajar (21%). Como complemento del indicador de desempleo, otros países utilizan medidas que permiten dar mejor cuenta de la realidad del mercado laboral, conscientes de las limitaciones que trae el uso de un solo indicador. Aquí echamos mano de algunos de ellos, por ejemplo el 8% de los trabajadores son “subocupados por razones de mercado”. Un 24% de los trabajadores sufre de lo que se conoce como “subempleo invisible”, se trata de trabajadores con una jornada superior a 35 horas semanales y con un salario inferior o igual al sueldo mínimo de referencia. Por último, 33% de los ocupados se califican en “Condiciones Críticas de Ocupación (CCO)” es decir, condiciones inadecuadas de empleo desde el punto de vista de las horas de trabajo, de los ingresos o una combinación inadecuada de ambos.
Las condiciones de la ocupación de las que la ENCOVI 2014 da cuenta son de un mercado de trabajo poco moderno pues, el 36% trabaja para el sector público mientras que el 26% lo hace para el sector privado de la economía; un 17% se desenvuelve como vendedores y el 13% como trabajadores de los servicios personales, en otras palabras, un tercio de los ocupados se ubican en empleos de muy baja calificación mientras que el 37% se ubica en el sector informal de la economía.
Si a todo lo anterior se suma la gran masa de trabajadores que no tienen estabilidad laboral por la vía de la contratación (60%), la debilidad del tejido laboral puesto que solamente el 20% está afiliado a sindicatos y que más de la mitad de la población ocupada no tiene los beneficios que por ley deben tener, la conclusión es que el empleo aún está lejos de convertirse en el medio que permita a los individuos el desarrollo personal (tanto material como personal) y mucho menos el avance colectivo que como nación se requiere. En definitiva los datos dan cuenta de claves que permiten visualizar las grandes carencias y por lo tanto, una pequeña señal que apunta hacia el camino por recorrer para la reconstrucción económica y social.
Genny Zúñiga A. / Sociólogo
@azunigaa