Cambiar de empleo para mejorar las condiciones laborales o salariales se ha convertido en una práctica común en determinados sectores con una carencia muy acusada de personal técnico cualificado. Es lo que en el ámbito de los recursos humanos se conoce como Job Hopping.


No obstante, pese a encontrarnos en un momento de déficit de talento especializado, las empresas también están valorando mucho la fidelidad a la hora de contratar al personal, y haber tenido varios empleos en muy poco tiempo puede generar recelos entre los reclutadores.


Cambiar de trabajo con transparencia


La casuística al cambiar de empleo puede ser muy variada, sobre todo en perfiles junior que cambian de empresa al finalizar su periodo como becario, sustituciones temporales, etc. Raquel Fernández, Senior Manager en la consultora de empleo Walters People aconseja ser transparente a la hora de enumerar los distintos cambios.


“Es normal que un profesional junior haya encadenado varios empleos en poco tiempo, sobre todo es algo bastante común en el sector tecnológico. Si se ha tratado de un contrato en prácticas o una beca, sé sincero y escríbelo tal cual en tu CV, así podrás justificar el por qué de tus cambios”. Si no se justifican esos cambios, el reclutador lo verá como un candidato con escaso compromiso con los proyectos en los que trabaja y restará puntos en su valoración.


El escenario está cambiando


Si 2020 y 2021 fueron los grandes años para la contratación masiva de empleados, 2022 lo fue de los despidos masivos en las grandes tecnológicas. Muchos profesionales aprovecharon los buenos tiempos de las contrataciones masivas en grandes corporaciones como Meta para engordar artificialmente su currículum, para posteriormente subirse al carro de la Gran Renuncia.


Dado que muchos empleados estaban renunciando a su empleo, la oferta de vacantes crecía como la espuma y las empresas necesitaban cubrir sus puestos a toda costa. Incluso pagando un salario más elevado. Todo ello favoreció la rotación de personal, pero el escenario en 2023 es otro muy distinto.


Frenazo a la Gran Renuncia y nuevos despidos


En 2023 nos encontramos en una situación totalmente distinta a 2022, donde las empresas están reduciendo sus plantillas para afrontar unas previsiones financieras complicadas de cara a 2024. Eso implica que, alguien que deje su empleo para probar suerte en otras empresas con mejores condiciones, corre un serio riesgo de perder ambos puestos.


Según el estudio Employer Brand Research de 2023 publicado por Randstad, el motivo más habitual para renunciar a un empleo es para mejorar la conciliación laboral y personal con el 49% de los casos. Un salario insuficiente se encuentra en el 33% de los casos de abandono laboral y recibir una oferta irrechazable ocupa el tercer puesto del ranking elaborado por Randstad con el 27% de los casos.


En un 23% de los casos de renuncia laboral, el responsable directo es el empleador, que condena al empleado al “ostracismo obligado” limitando su desarrollo profesional, mientras que la falta de flexibilidad en la jornada laboral u optar a una jornada híbrida, hace que el 19% de los empleados quiera renunciar a su empleo.


Actualidad Laboral / Con información de Xataka